El Racing conseguía sumar un nuevo punto en visita a Butarque, tras empatar sin goles ante el Leganés en un encuentro donde el conjunto cántabro se quedada con un jugador menos desde el minutos 66 tras ser expulsado Pombo por doble amarilla.
No tuvo mucha historia la primera parte, si bien el Racing, fue el que controló más el juego, lo cierto es que no se crearon ocasione claras en ninguna de las dos porterías, que tenía a los dos porteros como meros espectadores.
El conservadurismo marcaba el juego de los dos equipos, con mucho centrocampismo, y pérdidas constantes de balón tanto por parte del Racing como del Leganés.
La segunda parte tuvo otro tono bien distinto. Los jugadores locales salieron dispuestos a buscar más la portería de Parera, presionando más la salida del balón de los racinguistas que se veían con dificultades para poder salir a la contra.
El peligro rondaba el área del Racing, como un mano a mano que tuvo que desbaratar Perera. Peor la jugada clave llegaba en el minuto 66 cuando el colegiado del encuentro mostraba la segunda amarilla a Pombo, por una entrada a destiempo en el centro que dejaba el conjunto cántabro con un jugador menos el resto del partido.
A partir de ese momento emergió la figura de Parera, que en varias ocasiones, como dos de Arnaiz que no pudo batir al meta verdiblanco. El Racing se encerró en su campo o mejor dicho en su propia área, para evitar encajar un gol, algo que lograba conseguir al acabar el encuentro con el mismo resultado de empate a cero que empezó el partido.