El Racing ha entrado en una dinámica peligrosa que le ha llevado a encadenar cuatro derrotas consecutivas, en este caso ante el colista el Ibiza por 1-0, que ha hecho que se empiecen a encender de nuevo las alarmas en el seno del conjunto cántabro, que esta semana afrontaba tres partidos claves y ya lleva dos perdidos ante el Lugo en casa y este jueves ante el conjunto ibicenco.

El Racing, a pesar de que se jugaba mucho en este partido, no comenzó bien, parecía atenazado con cierto nerviosismo., mientras el Ibiza, de manos de su nuevo técnico, Lucas Alcaraz ofrecían mejores sensaciones.

El partido mejoraba ligeramente a medida que iban avanzando los minutos, con algunos acercamientos pero sin más por parte del conjunto cántabro llegándose al final de la primer parte como había comenzado, con empate a cero.

En el minuto 50 volvió a pasar lo de casi siempre, que el Racing se queda con un jugador menos, en este caso el turno fue para Sekou Gassama, que vio la segunda amarilla por un pisotón a un contrario, que parecía fortuito, lo que hacía que el Racing volviera a jugar otra vez en inferioridad numérica.

Una expulsión que no se notó demasiado, entre otras cosas por el Ibiza es un equipo muy justito por no decir escaso para andar por esta categoría. Pero Alcaraz ante la inferioridad numérica del Racing metió dos delanteros y ahí empezó a hacer daño a la defensa verdiblanca, con un disparo de Cristian Herrera que mandó un balón al travesaño y en otra jugada, una volea de Nolito que detuvo Parera.

En el Tiempo añadido, llegaba el jarro de agua fría para el Racing, Un centro desde la derecha le pega en el codo a un Eneko Satrústegui y el árbitro con ayuda del VAR, pitaba penalti que Cristian Herrera no perdonaba para marcar el definitivo 1-0 que deja el conjunto racinguista muy tocado deportiva y moralmente con la vista puesta este domingo contra el Mirandés.