Redacción: Diego Lavín
La iniciativa ha sido presentada por el PSOE ante el Congreso, con el objetivo de acabar con la LGTBIfobia, en el deporte en general, pero concretamente en el panorama futbolístico, donde los partidos serán interrumpidos durante 5 minutos, en caso de que produzcan actos homófobos.
El partido liderado por Pedro Sánchez afirma que al menos el 6% de la población europea se considera miembro del colectivo LGTBI. Según sus cávalas, «en España alrededor de 1,3 millones de personas LGTBI practicarían deporte y 270 de los 4.453 serían deportistas de alto nivel».
En el ámbito futbolístico, los socialistas creen que habría «algo más de 42.000 futbolistas LGTBI federados», según los datos oficiales de 2016, entre los cuales 142 lo harían como profesionales, pero lamentablemente, casi ninguno de ellos lo es de forma reconocida y abierta.
Se ha sugerido también, modificar el Protocolo de actuación para el restablecimiento de la normalidad en competiciones, al que se refiere el artículo 15.2 (ley del racismo, xenofonia). Este documento mantiene que el árbitro debe tener también total libertad, para decidir si da por terminado el partido, en situaciones deplorables, como la violencia contra el sector femenino o conductas «intolerantes» contra la comunidad LGTBI .