El portero más laureado dle fútbol español, Iker Casillas, anunciaba ayer su adiós definitivo al fútbol, a sus 39 años de edad y tras haber sufrido un ataque al corazón que le tuvo apartado de los terrenos de juego.
Hay quién le cataloga como una «Leyenda» del fútbol español, después de haber conseguido 19 títulos: 3 Copas de Europa, 3 Mundiales de Clubes, 2 Supercopas de Europa, 5 Ligas, 2 Copas del Rey y 4 Supercopas de España desde que debutara a los 18 años un 12 de septiembre de 1999. Además Casillas ha estado cinco veces en el Once Mundial FIFA FIFPro y elegido 5 veces mejor portero del mundo por la IFFHS. Recibió el Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo, la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo y la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid, por su trayectoria deportiva.
Pero si esas son las «luces» de su trayectoria futbolística, sus «sombras» vienen marcas en el club de su vida el Real Madrid, con la llegada al banquillo madridista de José Mouriño. Durante la etapa del luso, los enfrentamientos deportivos y extradeportivos con el FC Barcelona, fueron públicos y notorios, con constantes cruces de declaraciones entre entradores con Pep Guadiola, en el banquillo blaugrana.
Una tensión que de su propia mano Iker Casillas, quiso rebajar con la famosa llamada a Xavi Hérnandez, algo que Mouriño, nunca le perdonó, lo que le llevó al banquillo y su posterior salida del club blanco. Una llamada que una gran parte de la afición madridistas entendieron como una traición al club, siendo pitado por un sector del público del Bernabeu, cada vez que jugaba y era mencionado su nombre o tocaba la pelota, que finalmente acabó con su salida al Oporto.