Puerta Grande para el rejoneador Paco Velásquez y los novilleros cántabros Eduardo Rodríguez y Hugo de Juana que consiguieron cortar diez orejas y dos rabos de los seis animales de la ganadería de Antonio Bañuelos, en la corrida celebrada este sábado en el pueblo de Sarceda.
Pero si uno de los nombres brilló por encima de los demás es el del novillero cántabro Eduardo Rodríguez, de Labarces, que demostró tener clase, toreando al natural, cortando tres orejas y un rabo, especialmente en su segundo toro, al que le realizó una gran faena, demostrando tener un gran futuro.
En su primero, Eduardo Rodríguez, recibió a portagayola al novillo arriesgando y sin moverse de su sitio, que a punto estuvo de ver como el novillo podía alcanzarle. En el tercio de banderillas, que quiso compartir con su compañero de terna, Hugo de Juana (hijo del exjugador del Racing, Angel de Juana «Geli»), mostró sus dotes como banderillero y ya con la muleta, supo templar al novillo por el pitón derecho, toreando al natural, con tranquilidad, valiente, y con las ideas claras de que faena quería hacerle al animal, cortando una oreja. Pero su faena iba a llegar en el quinto de la tarde, ante un novillo que se prestó a ello. Aquí, el de Labarces lo intentó de todas las maneras mostrando sus grandes cualidades que tiene para ser un gran torero, marcando los tiempos, logrando cortar las dos orejas y rabo.
Por su parte, su compañero de terna, Hugo de Juana, a pesar de las tres orejas y el rabo conseguidos, no tuvo la misma brillantez que Eduardo Rodríguez. Intentó imitar en su primero, recibir a portagayola al novillo pero salió trastabillado y arrollado por el mismo, con una faena al que le sacó algunos pases, pero, no terminó de cuajar, aunque finalmente le concedieron una oreja. En el sexto de la tarde, Hugo se lo brindó a sus padres, «Geli», y la modelo Candela Rodríguez, que se encontraban en la grada junto al público, donde se mostró más sereno arrancado algunos pases de calidad que remató con una buena estocada, que finalmente le supuso cortar las dos orejas y el rabo.
Por último y aunque fue el primero en abrir la plaza, el rejoneador portugués Paco Velásquez, logró cortar dos orejas a cada uno de los astados, con una cuadra de caballos bien trabajada y con bonita presentación.
Antonio Bañuelos, fue el encargado de presentar los novillos, un burgalés que reside en Cantabria, con un encierro desigual de presencia, donde cabe destacar ese quinto de la tarde, al que cortó las dos orejas y el rabo Eduardo Rodríguez, que dio la vuelta al ruedo.