Este domingo 16 de febrero es un día clave para el PSOE en Cantabria ya que los militantes socialistas van a decidir si será su actual secretario general, Pablo Zuloaga o el diputado nacional, Pedro Casares, quien mande en los próximos cuatro años.
Gane quien gane de los dos lo que si se ha evidenciado es la división interna que haya en el PSPOE cántabro con dos bandos bien diferenciados como son el de Zuloaga y Casares, cuya relación personal además parece irreconciliable a tenor de los visto durante la campaña de primarias, con debate tenso y cargado de reproches entre ambos.
Durante la campaña prácticamente no se ha hablado de las políticas que van a llevar a cabo cada uno estando al frente del PSOE en la región ya que en lo fundamental coinciden ambos candidatos marcadas por la política nacional establecida por Pedro Sánchez, sino que la guerra está por el control interno del partido.
En el 2017, ambos candidatos se unían para echar del cargo a Eva Díaz Tezanos, al frente del partido en ese momento, algo que consiguieron y a partir de ese momento, empezaron las tensiones internas por ver quien de los dos se hacía con el mando, algo que culminó con la salida de Casares a Madrid, aunque seguía al frente de la agrupación de Santander, la más fuerte de la región.
A estas elecciones Pablo Zuloaga, se presenta tras haber logrado ser durante dos legislaturas, vicepresidente del Gobierno de Cantabria, Alcalde de Bezana y haber logrado en las últimas elecciones autonómicas subir el número de diputados en el Parlamento regional.
Por su parte Pedro Casares, llega tras haber estado en la Ejecutiva Nacional, de la que ha quedado fuera después del reciente Congreso Nacional celebrado en Sevilla, llega con una idea nueva para el PSOE en Cantabria, recuperando figuras de la vieja guardia, como Eva Díaz Tezanos e incluso «robando» a Zuloaga al alcalde de Colindres, Javier Incera, que hasta ahora formaba parte de la Ejecutiva, huyendo de personalismos, dando más voz a alcaldes y concejales de los ayuntamiento de la región.
Este domingo es turno para los 2.800 militantes socialistas que hay en Cantabria, que tendrán que decidir quien de los dos modelos va a ser quien dirija los designios del PSOE cántabro, pero lo cierto es que gane quien gane, el socialismo va a quedar muy dividido