El Grupo parlamentario Vox, ha denunciado que el actual Gobierno del PP, presidido por María José Sáenz de Buruaga, carece de un modelo de desarrollo turístico cuando lleva más de un año ya al frente del Ejecutivo regional y el borrador que ha presentado está más preocupado de «limitar el derecho de un particular» lanzando una campaña de turismofobia.
Para Vox, «El Gobierno regional, liderado por la Sra. Buruaga, ha demostrado una vez más su incapacidad para gestionar y afrontar los problemas reales de Cantabria. Esta vez, el tema en cuestión es la situación de los alojamientos turísticos en toda la región».
La portavoz en el Parlamento de Cantabria de la formación, Leticia Díaz, señalaba que «Tras un año de promesas y de «estamos en ello», con la temporada estival ya en marcha, la administración regional sigue sin ofrecer una solución frente al caos regulatorio que afecta al sector turístico. En lugar de abordar el problema de manera efectiva, el Gobierno de Cantabria ha presentado un borrador de decreto sobre pisos turísticos que, lejos de aclarar la situación, ha generado más incertidumbres que certezas».
Y es que para Díaz «Este borrador parece ser más un intento de derivar el problema a los municipios que una solución efectiva. Después de un año de legislatura y con tiempo suficiente para establecer una regulación clara, lo único que ha quedado evidente es la parálisis legislativa de un gobierno sin ideas ni objetivos definidos».
“El mismo caos regulatorio que existe en España se repetirá en Cantabria, multiplicado por nuestros 102 municipios, ya que el Gobierno pretende eludir su responsabilidad, trasladando el problema al ámbito local”, ha manifestado la portavoz del Grupo Parlamentario Vox.
Con la temporada estival ya finalizando y sin que se haya resuelto la situación, se ha dado pie a la izquierda, que solo busca rédito electoral, para lanzar su campaña de turismofobia, presentando el turismo, sin una adecuada regulación, como una amenaza para la vida diaria de los cántabros. “Una cosa es limitar la especulación de los grandes tenedores que alteran la idiosincrasia de los vecindarios, y otra muy diferente es limitar el derecho de un particular que, en muchas ocasiones, necesita incorporar su vivienda al uso vacacional para su propio sustento”, concluyó la portavoz.