El Grupo Parlamentario VOX ha conseguido, una vez más, que sus iniciativas sean aprobadas con un amplio respaldo de la Cámara, reafirmando la importancia de presentar propuestas en defensa de la eficiencia en la gestión pública, la protección de nuestras tradiciones y el sentido común en beneficio de los cántabros.
Las iniciativas impulsadas por VOX para garantizar una gestión eficaz y transparente del transporte escolar y para defender la libertad de las autoridades públicas a asistir y participar en actos religiosos han obtenido el apoyo mayoritario del Parlamento.
La moción sobre transporte escolar, defendida por el diputado Armando Blanco y aprobada por mayoría, ha denunciado el descontrol y la falta de planificación en la concesión de las líneas de transporte escolar, lo que ha provocado retrasos injustificables en los pagos de más de 130 días, con adjudicaciones, que se resuelven tarde y con una preocupante falta de transparencia. Según el diputado, este problema se repite año tras año sin que el Gobierno de Cantabria aplique soluciones efectivas.
«Debemos buscar la máxima eficacia y transparencia en la administración. El transporte escolar no puede ser una excepción; es necesario analizar, simplificar y mejorar los procesos internos», declaró Blanco.
Asimismo, ha sido aprobada por mayoría la proposición no de ley defendida por la portavoz del Grupo Parlamentario VOX, Leticia Díaz, en defensa de la libertad religiosa de las autoridades públicas para asistir y participar en actos religiosos sin presiones ideológicas ni censura.
«Para entender el presente hay que conocer el pasado, y el nuestro se fundamenta en los valores cristianos que han conformado nuestra sociedad occidental y han dado forma a nuestras tradiciones», afirmó Díaz.
Además, la portavoz criticó la creciente presión de la izquierda globalista por imponer una visión laicista excluyente, que busca erradicar cualquier referencia a nuestras raíces cristianas en la vida pública. «Una sociedad sin valores ni principios, basada en un buenismo acrítico, ha abierto la puerta a los contenidos sectarios de la izquierda globalista», subrayó.
«Defender nuestras tradiciones y los valores cristianos no es racismo; es reivindicar aquello que nos ha convertido en una sociedad occidental con sólidos principios y libertades», sentenció Díaz.