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Los representantes de Vox en Cantabria, Asturias y Castilla y León han condenado de nuevo este martes la protección del lobo que lo circunscriben en «una pieza más» de la Agenda 2030 del Gobierno para que «la cabaña ganadera se reduzca» y de esta forma «bajar el consumo de carne».
Una Agenda «dictada desde Bruselas», señalan desde Vox, ya que consideran que «condena al mundo rural tal y como lo conocemos», incrementada por el Gobierno socialista que «la está aplicando de forma inmisericorde» y esto «va a suponer el cierre de muchas ganaderías» en España.
Piden que, que la protección del lobo, se lleve a cabo mediante un plan nacional de gestión al que «deberían contribuir todos los españoles y no solo los ganaderos» de las comunidades donde actúan los lobos, que son los que les «están dando de comer».
Una rueda de prensa que ha contado con la presencia del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo; el portavoz de Vox en el Parlamento de Cantabria, Cristóbal Palacio; y el portavoz en el Parlamento de Asturias, Ignacio Blanco, ofrecida en el Mercado Nacional de Ganados de Torrelavega donde se ha reivindicado la defensa de los ganaderos frente al lobo.
En su intervención han recordado que antes de su entrada en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), la población de lobos había crecido «un 30%«, y a pesar de ello en septiembre de 2021 el Gobierno aprobó la orden para proteger a la especie que, «en lugar de seguir el ejemplo de convivencia» entre los lobos y los ganaderos «lo que hace es castigarlos».
Desde Vox, tienen claro que se trata de una estrategia de la Agenda 2030 y del Gobierno de Pedro Sánchez, para «acabar con el consumo de carne», por lo que piden a los gobiernos autonómicos que, «igual que están actuando con responsabilidad» en sus territorios apostando por sacar al lobo del Lespre, «que no se cambien de chaqueta cuando vayan a Madrid» y defiendan el mismo mismo planteamiento.
Piden que se convoquen y paguen las ayudas por daños sin retraso y que se aumenten las indemnizaciones, porque «muchas veces» los ganaderos no las cobran ya que los animales atacados desaparecen o no pueden probar que hayan sido heridos o matados por lobos y además las ayudas que proceden del Gobierno central llegan «tarde y mal» a estas comunidades afectadas «como castigo» por haber votado en contra de la inclusión en el Lespre.
El vicepresidente de Castilla y León acusa de estar «provocando la muerte lenta del campo español», y es que en algunas zonas «se han triplicado los ataques» por eso pide que se escuche a los ganaderos y «no se dé información falsa» a la Comisión Europea.
Para García-Gallardo, «ahora más que nunca tenemos que estar cerca de los ganaderos», en un contexto de encarecimiento de piensos, electricidad o desabastecimiento de materias primas, porque «ayudarles a ellos es ayudarnos a nosotros mismos».
El diputado cántabro Cristóbal Palacio, junto con Gallardo han pedido «un ejercicio de coherencia» y «recuperar la razonabilidad de las decisiones políticas» porque la problemática «se soluciona o sacando al lobo del Lespre o sacando a Pedro Sánchez de la Moncloa».
Palacio cree que en la legislación actual «existe margen» para autorizar las extracciones de algunos lobos, a pesar de la restricción, pero «lo que hace falta es valentía por parte de los políticos que apoyan al socialismo».
Culpa de ello a «la dejadez y el entreguismo del PRC», que ostenta la Consejería de Desarrollo Rural y gobierna en Cantabria en coalición con el PSOE, porque el Partido Regionalista «se ha convertido en un cómplice de Sánchez y de la Agenda 2030» y «ha abandonado a la población rural» porque «solo le preocupa quedar bien con su socio».