Este sábado estamos en una jornada de reflexión, ante unas elecciones autonómicas y municipales, que se han planteado como si fueran generales por la actual situación que se vive en España, y que han estado marcadas por el posible cambio de Gobierno y el fin de la era de Revilla.
En Cantabria, la incertidumbre está en saber si durante cuatro años más, el actual presidente, Miguel Ángel Revilla, conseguirá revalidar su posición o por el contrario, el PP y Vox, consiguen sumar los 18 diputados que hacen falta para conseguir la mayoría absoluta.
Las encuestas no son claras en este sentido por el margen que establecen entre los bandos formados por la actual coalición de Gobierno, PRC y PSOE, a los dicen eses encuestas se les podría unir Unidas Podemos-Izquierda Unida, que después de una legislatura sin representación podrían contar con uno o dos diputados.
Revilla, ya se sabe que no le hace «ascos» a nada y si tiene que unirse a los radicales de izquierda lo hará junto a los socialistas con los que mantiene una empatía tanto a nivel regional como nacional, con su apoyo constante a todo lo que ha planteado Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados, llegando a votar el diputado regionalista José María Mazón, con los socios golpistas catalanes de ERC y los proetarras de EH Bildu a favor de leyes como la de la vivienda que protege a los okupas, una PGE, pésimos para Cantabria o la ley del «Solo si es si», que ha beneficiado a los agresores sexuales.
El líder regionalista ha dejado claro que con quien no pactaría nunca es con Vox, algo que sorprende cuando lo que defiende el partido de Abascal, son los valores españoles y la actual Constitución, cosa contraria a Podemos, con el que está dispuesto a formar un tripartito para gobernar.
La cita de este domingo en las urnas, puede empezar a ser el inicio del declive del PRC, a tenor de las encuestas que le dan entre 6 y 7 diputados, es decir la mitad de los escaños conseguidos en esta legislatura pasada, lo que supondría la salida de Revilla seguramente como secretario general de los regionalistas a sus 80 años, dejando a su partido sin un líder sólido y con carisma para seguir sustentando el partido, ya que Marcano, en su vuelta ha demostrado estar fuera de juego y más en una consejería como Industria, que debe ser el motor que tire de la región y que no ha sido capaz de atraer a empresarios ni de sustentar alas grandes empresas que hay como Ferrovial, con los hornos parados o Sidenor apunto de dejar la comunidad autónoma.
En la oposición, con un Ciudadanos descartado tanto a nivel regional como nacional, todo a punta a que el PP de María José Sáenz de Buruaga, va ser la ganadora aunque lejos de la mayoría absoluta para conseguir gobernar en solitario, ya que conseguiría como máximo 14 escaños, y ahí está el saber que hará la popular.
En los debates previos, Buruaga ha dicho que nunca haría Presidente a Revilla, pero no ha aclarado si pactaría con el PRC, bien con un Revilla fuera o de vicepresidente, algo poco probable que aceptara el regionalista, de hacerlo la mayoría de sus votantes podrían tomarlo como una traición a voto depositado a su favor.
A Buruaga, le quedaría otra opción, la de Vox, al que las encuestas le dan 4 o 5 diputados, suficientes para lograr los 18 que suponen la mayoría absoluta, pero la Presidenta del PP, no termina de confirmar esta alianza, dejando la puerta abierta a otras opciones, contrariamente a lo que desean sus votantes que creen que la alianza natural sería con los de Leticia Díaz.
Este domingo a las doce de la noche, saldremos de dudas como queda el panorama electoral en Cantabria y si hay opciones de cambio o no, los ciudadanos han tenido cuatro años para saber de sobra lo que da de si la alianza PRC-PSOE a la que ahora se podría unir Podemos, y saber si quieren que les gobierne otra opción que pueda aporta una aire distinto, con nuevas ideas y con menos apariciones en shows televisivos y más trabajo y responsabilidad por la región.