Durante las últimas semanas hemos ido conociendo diferentes casos de contagios en la hostelería de Cantabria. En esta ocasión ha sido el bar La Terrazuca de Comillas quién a través de sus redes sociales ha comunicado el cierre provisional de sus instalaciones.
El local ha comentado que uno de los empleados «se encuentra con anginas de origen bacteriano, por protocolo su médico le ha solicitado una prueba PCR» es por eso que «por precaución» han decidido cerrar sus instalaciones hasta obtener los resultados. De esta forma se demuestra una vez más, la prudencia de la mayoría de hosteleros de Cantabria que se apresuran a comunicar a los clientes los casos y al cierre de las instalaciones hasta contar con la seguridad necesaria.
Otro caso que hemos podido conocer en las últimas horas, es el del Camping Playa Arenillas de Islares, donde han detectado siete positivos. Se trata de una familia de cinco miembros que de la la zona módulos para clientes de larga estancia, así como a dos jóvenes de la zona de caravanas con los que tuvieron contacto. El camping, que de momento sigue abierto, asegura que no han detectado problemas en otras zonas de las instalaciones y se encuentra a la espera del protocolo a seguir que les dicte Sanidad.
Por su parte, el restaurante El Pájaro Amarillo de Oyambre, continúa también cerrado tras el positivo de al menos 10 de sus empleados.
Desde el Gobierno de Cantabria, y tras comunicar el aumento de casos y brotes de los últimos días, anunciaba ayer la instalación, el próximo lunes, de un nuevo punto de triaje para la realización de pruebas PCR en el aparcamiento del Palacio de Festivales de Santander, lo que complementará al de Liencres, en el que todos los días pueden verse largas colas para la realización de las pruebas.