El Gobierno de Cantabria ha aprobado hoy el decreto que regula la concesión de subvenciones a los trabajadores que han necesitado acogerse a una excedencia o reducir su jornada laboral a causa de la pandemia de COVID-19.
Las ayudas se concederán por un máximo de 3 meses y oscilarán entre 600 y 300 euros, en función del porcentaje de reducción de jornada. Su liquidación se realizará en un pago único.
Estas ayudas, dirigidas a quien ya las solicitó durante el estado de alarma, están destinadas a compensar la reducción de ingresos. Se trata de una medida que podría beneficiar hasta a 280 trabajadores que se vieron ante la necesidad de cuidar a personas a su cargo.
En este sentido, el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga no ha querido obviar que en el contexto actual son las mujeres las que se han visto más afectadas, al ser quienes cargan con la responsabilidad de los cuidados familiares.
En los dos primeros meses del estado de alarma, 191 personas solicitaron una reducción de jornada o una excedencia (102 excedencias y 89 reducciones de jornada), de las que 168 fueron mujeres.
Estas subvenciones se suman a la ayuda única de 200 euros para personas afectadas por un ERTE, de la que se han beneficiado casi 32.000 cántabros, tras una inversión extraordinaria de más de seis millones de euros.