La Consejería de Sanidad ha decidido retirar ahora el famoso «pasaporte Covid» porque se han dado cuenta a estas alturas que con la variante Ómicrom ya «no cumple el objetivo» de cortar la transmisión del virus en espacios interiores, al ser más contagiosa y que esquiva mejor el sistema inmunitario.
La Consejería de Sanidad publicó el 3 de diciembre la resolución para poner en funcionamiento el certificado Covid y el día 9 fue autorizado por el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria con una vigencia de 40 días, que termina hoy y que no se ha renovado al considerar que ya no está surtiendo efecto.
Según ha detallado el director general de Salud Pública, Reinhard Wallmann, desde que entró en vigor este pasaporte el Servicio Cántabro de Salud (SCS) ha registrado 5.700 vacunaciones, excluyendo las de los niños, por lo que podrían haber surgido por la necesidad de tener el certificado de vacunación para acceder a los interiores de espacios de ocio o por «miedo» a la sexta ola.
Sanidad cree que el «efecto motivador» que tenía el pasaporte para hacer que la población se vacunara ya está cumplido, pues en las últimas semanas ese número de primeras vacunaciones «ha ido disminuyendo». Además, no ve «suficientemente justificado» mantener su aplicación únicamente para incentivar la vacuna.
Mientras los ciudadanos se han visto privados durante todo este tiempo de poder entrar en cualquier local de hostelería con total libertad si no tenía el pasaporte covid, demostrándose ahora que no tenía ninguna eficienca para combatir los contagios sin que nadie asuma esta responsabilidad, algo que también debiera suceder en el Tribunal Superior de Jusiticia de Cantabria que aceptó sin ninguna regurosidad cinetífica esta exigencia de la consejería que dirige el socialista Miguel Rodríguez.