Las decisiones políticas siguen sin entenderse muy bien sobre todo viendo como el Gobierno de Cantabria, decidía cerrar esta madrugada los municipios de Laredo, Colindres, Polanco y Santa María de Cayón, sin que alcanzaran los limites que se habían marcado en principio para ello desde Sanidad.
Desde esta pasada noche (00,00 h.) quedaban confinados estos municipios cerrando toda actividad salvo las esenciales y obligando a los ciudadanos a estar en su domicilios, por una decisión del Gobierno regional, avalada por la Consejería de Sanidad de Miguel Rodríguez (PSOE) que ha decidido cambiar los criterios establecidos inicialmente para adoptar esta decisión y llevar a cabo una medida extrema que no resulta demasiado comprensible.
Los criterios que se tienen en cuenta para confinar a Laredo, Colindres, Polanco y Santa María de Cayón, que a partir de ahora serán de aplicación inmediata en función de una serie de variables como el de los municipios de más de 10.000 habitantes, los índices que marca Salud Pública para considerar en riesgo máximo son que la incidencia acumulada a 14 días supere los 500 casos por 100.000 habitantes, que la positividad de las pruebas sea superior al 10% y que la ocupación del hospital de referencia para el municipio sea alta, lo que significa por encima del 10%.
En cuanto a los municipios de entre 5.000 y 10.000 habitantes, además de los parámetros ya descritos, se tienen en cuenta otros baremos como la trazabilidad de los contagios, el número de contactos por cada caso o si hay variantes del virus, entre otros aspectos no que no se han concretado.
Unas medidas que han encerrado de nuevo a cerca de 35.000 cántabros que durante 14 días verán de nuevo restringidas sus libertades con unos criterios poco comprensibles y un alarmismo que no parece tener demasiado fundamento.
Lo cierto es que el malestar de los vecinos de estos municipios afectados es considerable y empiezan a estar cansados de medidas poco eficaces que solo sirven para restringir sus derechos y libertades con la excusa de la pandemia.