El consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Miguel Rodríguez (PSOE) es uno de los consejeros de comunidades autónomas que se ha quedado con las ganas de haber podido ampliar el toque de como querían a las 20,00 horas y no como ahora que está establecido a las 22,00 h.

Rodríguez, quizás, como el resto de Consejeros de la mayoría de comunidades, para tapar sus propia incapacidad, son partidarios de sólo aplicar medidas restrictivas y cada vez mayores incluso la de confinarnos de forma permanente en los domicilios ante su incapacidad para aportar soluciones para frenar los contagios, que no parecen tantos en la región.

En su momento hace más de dos meses, el Consejero de Sanidad, cerró la hostelería en su interior que en Cantabria es como decir que la cierra totalmente como se ha demostrado con la mayoría de ellos cerrados, casi haciéndoles responsables de los contagios cuando se ha demostrado que sólo el 2,5% de los contagios se producen dentro de estos locales.

Cerró el perímetro de los municipios de Cantabria, que tampoco ha servido para frenar los contagios. Ha situado a la región el el máximo estado de Alerta (4) de la pandemia sin que realmente haya una emergencia sanitaria para ello. Ha cerrado sin una razón parante de necesidad sanitaria, los centros comerciales los fines de semana cuando resulta que ni en navidades era necesario con los apelotonamientos de gente que había.

Otro de los «logros» de Miguel Rodríguez, es tener paralizado el deporte de base de Cantabria, cuando se ha demostrado que a los niños no les afecta el COVID-19 con el auténtico problemas social y desarrollo para los niños que esto va a tener como consecuencia en el futuro.

Y la última «ocurrencia» del Consejero de Sanidad es lo que dijo el pasado martes de que como la incidencia de gripe esta año había sido mínima que sería partidario de imponer la mascarilla obligatoria todos los años durante la campaña de la gripe.

La campaña de vacunación en Cantabria está siendo un auténtico desastre, sin unas directrices claras donde un día dicen una cosa y al día siguiente otra y que la Oposición ha criticado duramente en el Parlamento esta semana pidiendo incluso su dimisión.

Lo cierto es que Miguel Rodríguez, que toda su carrera la ha basado en ocupar puestos de gerencia donde el PSOE gobernaba trasladándole de una comunidad a otra, sigue siendo Consejero de Sanidad, sin que Miguel Ángel Revilla, como presidente le haya cesado, seguramente porque pertenece al parte del Gobierno que controla el PSOE y ahí no parece que pueda entrar a tomar decisiones.