El Presidente del Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha tenido que salir al rescate de la región tras conocerse este domingo que Alemania la había situado en zona de riesgo de covid y desaconsejaba a sus ciudadanos acudir aquí de veraneo, una medida que pueden adoptar otros países a tenor de esta recomendación de las autoridades bávaras, señalando que la región es «segura» a pesar del nivel actual de incidencia del coronavirus y ofrece a los visitantes «mil oportunidades» para «disfrutarla a tope» y pasar el verano sin correr el riesgo de contagiarse de coronavirus.

Revilla ha incidido en que «el que quiera venir y no contaminarse tiene mil cosas que puede hacer» porque Cantabria tiene «cientos» de payas, ríos, los Picos de Europa, la zona pasiega, museos o cuevas, por lo que ha pedido no poner «un estigma de que Cantabria es una región que puede tener problemas para nadie», además de que «la pandemia son rachas» y tiene un comportamiento «prácticamente similar en toda España».

«Sanidad sabrá las medidas que tiene que adoptar, pero mi papel es asegurarles que esto no me quita el sueño como me lo quitaba hace un año, porque yo no dormía por las noches», ha asegurado Revilla, porque la situación actual, con 32 hospitalizados por coronavirus y cuatro en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), «no es comparable» a la de hace unos meses o al inicio de la pandemia, aunque no ha querido responsabilizar de este alarmismo a su Consejería de Sanidad por los constantes mensajes que manda de una situación preocupante de contagios de coronavirus.

Contradiciendo a su consejero de Sanidad, el Presidente cántabro indicaba que «¿cuál es el problema del coronavirus, que se infecta mucha gente? No, que se infecta mucha gente y muchos acaban en los hospitales, y muchos de los que van a los hospitales acaban a una UCI, y de los que van a una UCI hubo un momento en el que la mitad morían. Ese es el problema del Covid, si no sería una gripe«.

Insistía Revilla en que «vengan a Cantabria, que no pasa nada si la gente hace lo que tiene que hacer». «Ahora, si vienen y se meten en una reunión de 2.000, en una nave, se intercambian los vasos y no hay ventanas, si lo lleva uno lo cogen los 2.000», recomendando que «hay otras diversiones» en la región y que, con las posibilidades que ofrece, en una semana «no ven ni la décima parte, con lo pequeña que es».

Ha restado importancia a la recomendación de Alemania porque «los alemanes tampoco son los que más nos visitaban» ya que «los que han venido siempre» suelen ser «catalanes, castellanos, vascos, madrileños…».