No ha tardado ni 48 horas para que el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, haya pasado de decir con relación al uso de la mascarilla que «partir de ahora yo ya me la voy a quitar, dentro y fuera» y que era «una reliquia», a pedir hoy a los ciudadanos que mantengan su uso en interiores.
El pasado miércoles, cuando salió aprobada el BOE, la supresión de la obligatoriedad de la mascarilla en espacios cerrados, Revilla señalaba que su eliminación es una «buena medida» y que a partir de ese momento «yo voy a hacer vida normal. Yo he sido de los que he mantenido la mascarilla en todo momento, fuera y dentro: por la calle, incluso cuando no se recomendaba llevarla, la he llevado. Pero a partir de ahora yo ya me la voy a quitar, dentro y fuera«.
El Presidente cántabro llegó a decir que «llevarla en el bolso, como una reliquia y por si acaso en algún momento tenemos que ir a un sitio que haya muchísima gente, ponérnosla».
Cuarenta y ocho horas más tarde, Revilla ha cambiado de opinión y ahora pide el uso de las mascarillas «en los lugares donde haya gente», alineándose de esta forma con el Presidente de Asturias, que ha pedido su uso en espacios interiores en su comunidad.
Revilla ha remarcado que aunque en Asturias «están con una incidencia mayor, nosotros no andamos sobrados» porque los datos epidemiológicos en nuestra comunidad autónoma están «un poco por encima de la media» nacional, «aunque no se publiquen los datos diarios».