El Presidente regional, Miguel Ángel Revilla, dice que «no tiene ningún problema» porque le espíen con «Pegasus», aunque va a ser complicado porque el móvil que tiene es un «cacharro».
Revilla señalaba que no le importaría ser espiado: «A mí, si mi vida la cuento todos los días yo…», y es que todavía no tiene un smartphone por eso «no sé si me han espiado, pero tengo un cacharro que parece ser que no hay manera».
Para el regionalista es «impresentable que se espíe a la gente si no hay mandato judicial», pero si lo justifica si es legalmente y sobre todo si ha sido por el conflicto con los independentistas catalanes.
«Yo no se si el Gobierno mandó espiar a los nacionalistas catalanes, no lo sé, pero creo que el propio Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tendría la obligación de hacerlo si en un momento determinado viera que esta en juego la integridad del país«, ha señalado Revilla, porque «está en las obligaciones de un centro de inteligencia de cualquier país velar por la seguridad de sus ciudadanos y su territorio».
El Presidente tiene claro que «quiero vivir en un Estado donde tenga la tranquilidad y seguridad que es un Estado de Derecho, con poder legislativo, judicial y gobierno», aunque reconoce que «si han espiado, no lo han hecho bien, porque se les ha escapado el jefe. El jefe se les fue y no lo espiaron, y hay unos cuantos que están en Waterloo y por ahí».
SÁNCHEZ Y ROBLES
En relación con el presunto espionaje de los móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Defensa, Margarita Robles, Revilla cree que ha podido ser relacionado con el presidente ruso, Vladimir Putin, o con la entrada del líder del Frente Polisario Brahim Ghali en España en abril de 2021 para ser tratado de coronavirus, porque en la época de la declaración uninateral de la independencia de Cataluña andaba Putin por medio, eso se sabe. Los rusos estaban interesados en desestabilizar el tema en España, que en el fondo es desestabilizar a Europa, con un apoyo a los independentistas. Ahí habría razones mas que sobradas para intervenir teléfonos».
Por otro lado «se acogió en Zaragoza con un problema derivado del Covid al jefe del Polisario» y «a lo mejor algún país estaba interesado» en que saber «qué se estaba cociendo».
