El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, restaba importancia este martes a la decisión de los ministros de la Comisión Europea a la inclusión de la conexión Santander-Bilbao en el Corredor Atlántico, por lo que no entrará este proyecto en la red básica 2030 y se mantiene en la red global 2050, y se sigue mostrando confiado en sacar adelante esta conexión «vital» para la región, porque «lo vamos a sacar sí o sí».
El jefe del Ejecutivo realizaba estas declaraciones durante los actos de conmemoración del 44 aniversario de la Constitución española, celebrado en el Parlamento de Cantabria, justificando que los ministros europeos «naturalmente han echado atrás» todas las propuestas que modifican el mapa ferroviario que aprobaron en 2014 para determinar esta red, pero señaló que este proyecto «no está ahora en manos de los ministros, está en manos del Parlamento Europeo con el apoyo de toda Cantabria y del Gobierno de España».
Y es que este lunes, el Consejo de Ministros de Transportes no incluyó la conexión ferroviaria que unirá Santander con Bilbao en 55 minutos entre las líneas posibilidades de incorporarse a la Red Transeuropea, algo que dificultará adelantar de 2050 a 2040 su puesta en funcionamiento y, por lo tanto su entrada en el corredor Atlántico.
Miguel Ángel Revilla, resta importancia a esta decisión y se muestra confiado en sacar adelante esta conexión que para el es «vital» para Cantabria, porque «lo vamos a sacar sí o sí».
«No está ahora en manos de los ministros, está en manos del Parlamento Europeo con el apoyo de toda Cantabria y del Gobierno de España», señalaba un Revilla con demasiado optimismo.
Además recordó que «pocas veces ha habido un consenso tan grande», recordando el viaje que los portavoces de todos los grupos parlamentarios hicieron la semana pasada al Parlamento Europeo para defender la inclusión del tren rápido en el corredor Atlántico.
la oposición MUY CRITICA
Pero frente a este optimismo de Revilla, la oposición se ha mostrado muy crítica con la actuación del Gobierno de cántabro, ya que hacen una lectura muy distinta de la decisión del Consejo de Ministros de Transportes sobre este asunto.
Para el portavoz del PP, Íñigo Fernández, «seguimos como estábamos. Y seguiremos así hasta que los gobiernos hagan su trabajo: el de España y el de Cantabria. Que no engañen a la gente: o los gobiernos se implican en serio o no hay nada que hacer».
«Ir todos a Bruselas a pedir que el Parlamento Europeo lo proponga vía enmienda está muy bien, pero de nada vale si el Gobierno de España no lo defiende allí como una prioridad de Estado. Y, de momento, no vemos nada. Eso es lo que tiene que exigirle Revilla a Pedro Sánchez, pero en serio y no con la boca pequeña. Luego nos pasa lo que nos pasa. Las cosas no suceden por casualidad», puntualizaba Fernández.
Por su parte, Félix Álvarez, portavoz de Ciudadanos, se muestra «muy poco optimista» a que la enmienda pueda salir adelante en los sucesivos trámites donde va a ser analizada.
«Tenemos el apoyo de los eurodiputados españoles, que está muy bien, pero necesitamos también el del resto. Y lo veo complicado. Amén de que aunque lo pueda aprobar el Parlamento, luego también lo tiene que hacer el Consejo», indicaba Álvarez.
Porque para el portavoz de Cs, Europa «no ha considerado nunca el tren Santander-Bilbao como una infraestructura estratégica», sobre todo por «la inacción que han demostrado los gobiernos autonómico y central desde 2009 respecto a este tema», y considera que Revilla nunca «ha hecho caso» a este tren «hasta hace cuatro días» y que ahora lo «queremos arreglar de forma urgente. Vamos tarde, otra vez».
Por último, el portavoz de Vox Cristóbal Palacio, aseguraba que la línea rápida Santander-Bilbao se va a quedar fuera de la Red Transeuropea «porque no hay un posicionamiento decidido del Gobierno de España», que va a apostar por uno o dos proyectos que tengan «muchos menos coste para las arcas del Estado» y les supongan «más réditos».
«No tenemos opciones, lo que nos conduce a ser una región de segunda o tercera. Todo lo que estamos viendo es un mero postureo, que no vale para nada, de Revilla y su Gobierno de cara a las próximas elecciones», concuía Palacio.