El Presidente regional, Miguel Ángel Revilla, ha salido a contradecir lo que desde la Consejería de Sanidad están trasladando en las últimas horas al señalar que el aumento de los contagios de los últimos días era «previsible», y aunque no es para lo que se venía trabajando de cara a tener un verano «tranquilo», ha señalado que la situación es «soportable»  y «no es grave» ya que los contagiados son jóvenes y estos no padecen la enfermedad.

Unas palabras que vienen a poner cordura, a los «nervios» que desde la Consejería que dirige el socialista Miguel Rodríguez y que secunda Reinhard Wallmann, que tras las últimas cifras de contagios en personas jóvenes, ya han dado la voz de alerta e incluso han amenazado con la posibilidad de tomar medidas de nuevo como el cierre del interior de la hostelería, a la que está Consejería tiene desde el principio en el punto mira.

En este sentido, el Presidente cántabro ha recordado que hay una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) que deja claro que hay que respetar los horarios que el sector de la hostelería y del ocio nocturno tenían «antes de la vigencia del Covid».

Revilla ha reconocido que esta situación «no es grave» en este momento como lo hubiese sido hace seis meses, cuando «se hubiera muerto mucha gente», y la edad de los contagiados se sitúa entre los 15 y los 25 años, lo que hace que la «fortaleza física» haga que «no aumente» la presión hospitalaria, aunque eso sí, ha dejado claro que «no se puede tolerar que ahora la insensatez de unos pocos pongan en peligro a la gran mayoría y sobre todo a la imagen de Cantabria».

Pide a los empresario de la hostelería que «al menos» hagan un registro de las personas que entran en sus establecimientos para luego poder hacer un seguimiento de las mismas, significando en cuanto a los últimos contagios relacionados con el fin del curso escolar y de la EBAU que «no sé si habrán cometido alguna irregularidad, desde luego Sanidad está muy preocupada porque se está buscando quiénes han estado en esos locales cuando debieran de quedar anotados todos los que entran y salen por si hay un brote de localizar a los demás».

Por último, sobre la intención de algunos empresarios de ocio nocturno de organizar botellones en el interior de los locales, Revilla ha indicado que le parece «un disparate» y no es el «turismo de calidad» que se quiere para la región, y además porque «supongo que si está prohibido fuera también debiera de estar prohibido dentro», aunque reconoce que desconoce la norma en Cantabria.

«Hay que tenerlo controlado, sino pagamos todas las consecuencias, sobre todo el sector de la hostelería, que se enfada por esto, pero también se ha enfadado conmigo cuando Sanidad tomó medidas duras que eran imprescindibles para llegar hasta donde hemos llegado hace unos días, hasta una situación privilegiada»y durante este tiempo ha indicado que ha tenido que aguantar «muchos chaparrones» y hasta hace unos días, en los que ha habido «barra libre», Cantabria «era un ejemplo».