El Presidente regional, Miguel Ángel Revilla (PRC), ha reconocido que mintió tras la famosa comida en un restaurante de Castelar, en Santander, cuando fue increpado por un grupo de hosteleros acusó de haber almorzado en el interior del local en un momento en el que solo estaba permitido hacerlo en terrazas por las restricciones sanitarias y de haber fumado un puro también en el interior de dicho local.
Revilla, ha reconocido que mintió cuando dijo que no había fumado el puro indicando que «es cierto que he mentido. He mentido porque me sometieron a una presión en un momento determinado que ya no sabía ni lo que decía; no por mí, por los que me acompañaban, porque el bochorno fue terrible» ha dicho este lunes en el Parlamento cántabro al ser preguntado por este asunto por los portavoces del grupo mixto-Vox y Ciudadanos, Cristóbal Palacio y Félix Álvarez, respectivamente.
El líder regionalista admitía que había fumado el puro y ha reconocido que negara ambas cuestiones por la presión y bochorno que sintió entonces, en el que estaba acompañado por unos empresarios que le habían «invitado» a una comida «de trabajo» donde iban a hablar de proyectos e inversiones para la región.
«El puro era mío, pero el puro yo lo llevaba encendido por la calle, como lo dejo aquí a veces», ha dicho Revilla, significando desconocer si el restaurante disponía de la licencia o autorización para servir comidas en la parte del establecimiento donde él se sentó a almorzar con los empresarios, añadiendo que jamás» se ha cuestionado si un local al que va tiene autorización o licencia, y ha apuntado que en caso negativo entonces el «problema» no sería suyo, sino del hostelero responsable.