El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (PRC), ha hecho un llamamiento a la prudencia y a la vacunación para frenar el avance de la sexta ola de COVID-19 y, al mismo tiempo, para «evitar males mayores» en forma de restricciones y prohibiciones que, según ha dicho, «nadie desea a estas alturas» y que, en su opinión, pueden resultar «muy perjudiciales» para el futuro de la sociedad.
En su tradicional mensaje de Navidad, centrado de nuevo en la pandemia, Revilla ha dicho que la escalada de contagios obliga a «extremar las medidas de precaución», incluido el uso obligatorio de la mascarilla en espacios exteriores vigente de nuevo en España, y eludir los «contactos multitudinarios».
Ha destacado el «altísimo porcentaje» de población que ya está completamente inmunizada y el inicio de la administración tanto de la tercera dosis de refuerzo como de la vacuna para los menores de 12 años.
Sin embargo, ha señalado que «aún no es suficiente» y ha instado a persistir en el objetivo hasta que la cobertura alcance al conjunto de la ciudadanía, convencido de que la vacuna es «la mejor defensa contra la enfermedad» y «la mejor manera de proteger nuestra propia salud y la de los que nos rodean».
El presidente ha asegurado que la primera prioridad del Gobierno regional sigue siendo «proteger la salud de los cántabros» pero también «combatir la pandemia económica y frenar el impacto de esta crisis sobre los sectores productivos, sobre el empleo y el bienestar de las familias».