Que el Consejero de Sanidad, el socialista Miguel Rodríguez, siga siendo consejero a estas alturas es algo que no se comprende tras la pésima gestión que está llevando a cabo con la pandemia en Cantabria. Ahora, tras publicar ayer el nuevo semáforo covid y establecer el nivel 3 para Santander, que limita los aforos en los eventos deportivos y en el caso del Racing a 2.500 personas, a dado marcha atrás y permitirá que este domingo 8,888 personas, es decir el 40%, puedan acudir al Sardinero a ver el encuentro ante el Tudelano en directo.
La noticia la daban a conocer en la tarde de este miércoles permite al Racing contar con este aforo del 40% de la capacidad máxima del estadio, con capacidad para 22.222 espectadores, el Racing de Santander se acogerá a un protocolo del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), que le obliga a cumplir determinados requisitos, entre ellos el dotarse de un plan de contingencia.
Según sanidad, el Racing podrá acogerse a lo que establece un apartado que se mantiene vigente en la resolución de Sanidad, que establece que las medidas sanitarias establecidas «se entienden, en todo caso, sin perjuicio, de lo dispuesto» en la Ley 2/2021, de 29 de marzo, de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 o «en las declaraciones de actuaciones coordinadas, disposiciones o protocolos estatales o autonómicos en los términos que resulten de aplicación».
Cabe recordar que esta misma mañana el propio presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, opinó que limitar a 2.500 el aforo de los Campos de Sport del Sardinero, era una medida que iba, a su juicio, «contra el sentido común» y pedía a Sanidad que la «revisara».
Lo cierto es que es incomprensible que Miguel Ángel Revilla, siga manteniendo en su puesto al actual Consejero de Sanidad, que tras los varapalos judiciales sufridos, y la situación vivida con el semáforo covid, lo más lógico es que hubiera sido cesado o que el mismo hubiera presentado su renuncia al cargo aunque fuera por pura dignidad.