La situación del actual Consejero de Sanidad del Gobierno de Cantabria, Miguel Rodríguez (PSOE) está atravesando un momento delicado que podría estar planteado su sustitución dentro del Ejecutivo cántabro, tras las dos resoluciones del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) en contra de sus decretos con respecto a la apertura de los locales de hostelería.
Miguel Rodríguez, llegó a mostrar su contrariedad contra la primera resolución del TSJC, que anulaba su cierre en principio a las 22,30 hora, autorizando a que cada local de hostelería cerrara en función de su licencia, llegando a decir que el criterio empleado por el Alto Tribunal cántabro era «desafortunado», algo que no había dicho en las anteriores seis resoluciones que sí le dio la razón.
Ese mismo día y tras conocerse al auto del Alto Tribunal y desoyendo su autorización, publicó en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), una orden de cierre a la 1,00 horas de la madrugada, que volvió a recurrir la Asociación de Hosteleros al TSJC.
Dos días después fallaba de nuevo la Sala de lo Contencioso-Administrativo en favor de los hosteleros anulando esa orden del Consejero de Sanidad de cerrar a la 1 de la madrugada y reiterándose en el cierre según su licencia y además envidando una clara reprimenda a Miguel Rodríguez indicando en su auto que «en un estado de derecho, las decisiones de la Sala son de obligado cumplimiento» en clara referencia a las críticas del Consejero.
Por orden suya, la Consejería recurrió el auto del TSJC, en contra de lo que había dicho el Presidente regional, Miguel Ángel Revilla, el día anterior que «lo que tenemos que hacer en un estado de derecho es acatar las resoluciones judiciales», aduciendo que «lo que no puede ser es que Cantabria no tenga ningún límite horario en el cierre de la hostelería, que es en este momento lo que hay» y criticando su auto al considerar «desafortunado» el criterio que en él se establece.
No sólo el TSJC se volvió a ratificar en su auto anterior, sino que el Presidente de la Sala, Rafael Losada, volvió a mandar un serio recado y reprimenda al Consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, indicándole públicamente que los jueces «no sólo nos regimos por criterios sanitarios sino por la legalidad».
Esta situación, añadida a la críticas que se han llevado a cabo sobre su gestión de la pandemia al frente de la Sanidad cántabra, han llevado a cuestionarse dentro del Gobierno su continuidad al frente de la Consejería.
Revilla, tras las situaciones tensas vividas con los hosteleros por empecinamiento de Miguel Rodríguez, de mantener cerrado el interior de los locales sin una justificación clara, obligó a la Consejero a cambiar de la noche a la mañana de nivel de alerta sanitara para permitir la apertura del interior de los locales hosteleros y así seguir evitando que algunas intervenciones públicas tuviera que «soportar» la protesta de los hosteleros, en otro claro gesto de desaprobación a la gestión del Consejero socialista.