El Consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE) ha salido ayer al paso sobre la dimisión de la directora de Atención Primaria, Beatriz Josa, por la vacunación de su madre cuando no la correspondía, señalando que es «falso» que Josa vacunara a su madre.
Rodríguez acudió a la media verdad al decir que no vacuno a su madre Josa, sino que lo hizo el centro de salud, quien vacuno a una mujer. Algo que no se corresponde muy bien con lo que dijo y relató ayer la gerente de Atención Primaria, Alicia Gómez, quien dijo que ante las dos dosis que habían sobrado, Beatriz Josa planteó la posibilidad de administrar la vacuna a su madre, de 87 años, y tuvo que «dar mil vueltas» para que alguien acercara a la mujer al centro, siendo finalmente un familiar quién la llevó.
Este relato deja en evidencia a Miguel Rodríguez porque se demuestra que sí sabían a quien estaban vacunando y no que simplemente vacunaban a una mujer como dijo el propio Consejero de Sanidad.
Los hechos se produjeron el pasado 12 de enero cuando la Directora de Atención Primaria, llevó a vacunar a su madre, de 87 años al centro de salud de Nueva Montaña cuando se estaba llevando a cabo de vacunación del personal del servicio de emergencias 061.
Lo cierto es que la situación del socialista Miguel Rodríguez es insostenible dentro del Gobierno donde si bien el PSOE le aguanta porque es «uno de los suyos», esto está arrastrando al presidente Miguel Ángel Revilla y al propio PRC por lo que no es descartable que en las próximas horas o días abandone el Ejecutivo.
Este miércoles, la Oposición ha registrado en el Parlamento de Cantabria sendas proposiciones no de ley en las que se pide reprobar al Consejero de Sanidad y a su vez que el presidente, Miguel Ángel Revilla lo cese como consejero.