Realmente sirven para algo las restricciones que nos imponen los políticos-gobernantes por el COVID-19? a tenor de los resultados que llevamos padeciendo desde hace más de un año que comenzó la pandemia, No, porque siempre se repiten los mismo parámetros tras cuatro olas que llevamos de esta situación.
La incapacidad de los políticos-gobernantes y su incompetencia le ha llevado a dejarse arrastrar por unas medidas que sólo sirven para justificarse de cara a los ciudadanos pero que se ha demostrado que realmente no sirven para detener los contagios.
Catorce meses después de que comenzará esta pandemia, no han aprendido nada y se limitan a aplicar a los ciudadanos siempre las mismas restricciones, que como ya han indicado científicos de todo el mundo, incluidos de prestigiosas universidades norteamericanas, no sirven para detener la propagación del coronavirus.
Una de las más significativas es la de utilizar de forma permanente la mascarilla, sobre todo en espacios abiertos, que no tiene ningún sentido sobre todo cuando se puede mantener la distancia de seguridad de 1,5 mts. pero que en España y en Cantabria quien que llevemos hasta en la playa como lo más absurdo que alguien se pueda encontrar.
Pero además, aplicar el toque no tiene otra explicación que restringir la movilidad e las personas restringiendo uno de los derechos fundamentales de los ciudadanos y que lo justifican para evitar las fiestas o botellones que como se está comprobando cada vez se extienden más y en mayor cantidad ante el hartazgo, sobre todo de los jóvenes, de verse privados de su libertad durante más de un año.
Y para rematar está el permanente empecinamiento en Cantabria por parte de su consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez (PSOE) y el propio Presidente regional Miguel Ángel Revilla y un TSJC que no es valiente para tomar decisiones que le pueden generar problemas con los gobernantes, que lo sostiene, de cerrar el interior de la hostelería cuando se demostrado en otras comunidades autónomas que se pueden mantener abierto sin con ello se generen más contagios.
Mientras en el Reino Unido, se ha celebrado este fin de semana un macro concierto con más de tres miles de personas sin mascarillas ni distancia de seguridad en un claro ejemplo de normalización, en nuestro país y en nuestra comunidad autónoma prohibimos la presencia de espectadores de al aire libre y no imponen normas para tapar las carencias de los propios gobernantes.
El día 9 de mayo se acaba el Estado de Alarma y veremos como a partir de ese momento se van a aplicar las restricciones porque los «caudillos» de autonómicos no lo van a tener tan fácil como ahora para llevar a cabo a no ser que los jueces de turno se plieguen a sus peticiones y decidan recortar las libertadas individuales recogidas en nuestra Constitución.