El centenar de niños que recibieron la vacuna contra el coronavirus con un error en la disolución, fueron citados este pasado sábado en el centro de salud de Bezana, para realizarles pruebas serológicas y comprobar si han desarrollado anticuerpos o no, ante la indignación de algunos padres que no entendían como se había podido producir el este error, en un tema tan importante como la salud.
Se trató de una prueba de sangre, en la que se mide la producción de defensas y de anticuerpos de los niños y, en base a eso, poner una o dos vacunas.
La incidencia tuvo lugar el pasado 18 de diciembre en el centro de salud de El Alisal, donde se diluyó la vacuna con agua de inyección en lugar de con suero fisiológico a un centenar de niños de entre 9 y 11 años.
Según Sanidad, este suceso, pese a no tener efectos negativos para la salud, ha hecho que «no haya certeza» de que la vacuna administrada a este centenar de niños sea efectiva.