La tercera jornada del juicio por el doble crimen de Liaño que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Cantabria, contra el único acusado, José Reñones, tenía como protagonista a los agentes de la Policía Judicial que le tomaron declaración en el Cuartel de la Guardia Civil de la Remonta, quienes han señalado que se mostró «frío y tranquilo» y «como si no fuera con él», los hechos sucedidos.
El máximo responsable de la investigación quiso aclarar que «la investigación no se centró en una sola persona desde el primer momento», y dejó claro que Eva Jaular, «no tenía enfrentamientos ni amenazas de nadie más».
Por su parte defensa de Reñones ha basado su estrategia procesal en señalar a otra persona, aunque sin dar nombres, como autor del crimen, y señaló el alboroto que había en el domicilio «como si alguien buscara algo», reprochando que los investigadores descartaran a otros sospechosos, pero estos han dejado claro que «no hay ningún indicio que conduzca a una tercera persona».
Uno de esos posibles autores que podría ser según la defensa, es un testigo con el que Eva mantenía mantenía una deuda al haberle prestado 1.000 euros para que se comprara un coche para poder ir a trabajar y ella aún le debía unos 600, según relató uno de los investigadores, dejando claro el testigo que «no tenía ningún problema con ella, era muy amiga mía», reconociendo en alguna ocasión le vendía speed a Eva y «Cuando podía me daba 50 euros, pero no había ningún problema».
Para este testigo, a preguntas de la Fiscal, cuando conoció a José Reñones vio que tenía una pinta «muy mala. Tenía pinta de taleguero, muy chulo. Le dije a Eva que no le quería ni ver. Era muy tóxico con ella, pero yo no me quería meter en su relación. Ella era muy currante y quería mucho a su hija».
Otro de los testigos que ha declarado fue la persona que había quedado con Eva el día del crimen, y con el que había tenido encuentros esporádicos años atrás que según relató los mensajes que recibió ese día, que estaban escritos supuestamente por el acusado, no eran «fluidos» ni «espontáneos», sino «cortantes y muy monosílabos».
También ja declarado como testigo el jefe del restaurante de Somo donde trabajaba la Eva. conocedor que la victima había denunciado por malos tratos a su pareja a raíz de una agresión en la que Reñones también rompió el cristal de la ventana del coche de su pareja en el que viajaba su hija de once meses.
En su declaración indicaba que el día del asesinato vio a Eva «bastante nerviosa», ya que había querido echar a Reñones de la casa, pero «se puso muy agresivo y tuvo que llamar a la Guardia Civil» y cuando esto ocurrió ella se quedó más tranquila porque «daba por hecho que se le iban a llevar detenido».
ESTE JUEVES LAS PERICIALES
La cuarta sesión que se celebrar este jueves día 12 de febrero será turno para las primeras periciales en una jornada que de nuevo empezará a las 09.30 horas con la comparecencia de los forenses del Instituto de Medicina Legal de Cantabria. Posteriormente testificará una psicóloga y una psiquiatra propuestas por la defensa.
