La hostelería de Cantabria ha vuelto a salir a la calle para para dejar claro que ellos «no son el virus» y reclamar al Gobierno un «rescate real e inmediato» para «subsistir» hasta que puedan abrir sus establecimientos «al 100%» que les permita subsistir.
Las concentraciones se han producido en frente a los ayuntamientos de Ribamontar al Mar, en Carriazo, Castro Urdiales, Villacarriedo, Renedo de Piélagos, Ruente, Val de San Vicente en Pesués, Rioanansa, Liérganes, Ramales de la Victoria y Camargo, donde se ha leído un manifiesto por parte de los directivos de Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC).
Los hosteleros reclaman al Gobierno un «rescate real e inmediato» para «subsistir» hasta que puedan abrir sus establecimientos «al 100%» porque hay pendiente de ello casi 7.000 empresas y 25.000 empleos directos en la región. reiterando que la hostelería «no es el virus», ya que los contagios en el sector son «bajísimos» y según el propio Ministerio de Sanidad porque «no legan al 3%» del total.
Desde la hostelería de Cantabria se señala la «nefasta gestión» llevada a cabo por las autoridades, «que han tomado decisiones muy severas» contra la hostelería «sin que se haya dado tiempo a ver resultados de restricciones anteriores» porque «llevamos ya tres semanas con los interiores de los establecimientos cerrados y así no hay quien sobreviva», indican desde la directiva de los hosteleros.
Insisten en pedir más dinero que el anunciado por el Gobierno y que las ayudas que reciban lleguen a los 30 millones de euros, ya que las de 12 millones de euros anunciadas «no son suficientes» porque un negocio pequeño «necesita un mínimo de 3.500 euros».
Por último solicitan que «se flexibilice» la concesión de terrazas con un aumento de las mismas y de las zonas, mesas y sillas, así como que se avise «con la suficiente antelación».