Cada vez son más largas las colas que se están formando en los accesos a las playas de Cantabria, tras la decisión de los respectivos ayuntamientos de limitar el aforo de las mismas con el pretexto de el distanciamiento de seguridad para evitar el contagio del COVID-19, que desde luego no está ayundando a fomentar la llegada de turistas que buscan precisamente pasar sus vacaciones en la tomando el sol o dándose un baño en el mar.
Las protestas de los ciudadanos empiezan a ser ya evidentes, al no entender muy bien esta decisión basada más en criterios políticos que realmente científicos, donde no está demostrado que el virus en las playas se pueda contagiar, incluso viendo las colas será más fácil ese contagio en las colas de la propia espera en el acceso a la playa que tumbados en la arena o dándose un baño en el mar.
COLAS EN LAS PLAYAS DE SANTANDER
Una de as que más está resultando perjudicada por está norma de restringir el aforo de las playas y su acceso, es Santander y sus playas. En las jornadas de sol o de calor donde la afluencia a las playas es mayor, vemos largas colas con la mascarilla puesta, sufriendo altas temperaturas y expuestas al sol, esperando a que les permitan el acceso a la playa, sobre todo en las del Sardinero tanto la Primera, como la de Castañeda, con las consiguientes protestas por parte de los ciudadanos que, viendo como hay lugares vacíos en la arena no se les permite acceder a la misma por mantener esas medidas de seguridad que no tienen demasiado sentido.
Una situación que está perjudicando la llegada de turistas o incluso que los que han venido se plateen, su macha por cuanto el principal atractivo que tiene la capital cántabra, son precisamente sus playas y poder disfrutar de ellas en este tiempo.
Las quejas no son sólo por el acceso inicial, sino que incluso estando ya asentado en la arena y con tus pertenencias o incluso tu familia o amistades dentro, si sales para ir al baño o para comparar un botellín de agua, tienes que ponerte a la cola de la fila para poder volver de nuevo a la playa, algo incomprensible y que no tiene ningún sentido.
Estas circunstancias no están ayudando mucho a la llegada del turismo, aunque en estos días registre una buena afluencia, con los hoteles en un alto porcentaje de ocupación, pero que como no se corrija es seguro que no ayudan a fomentar la llegada o la permanencia en nuestra región.
