La Consejería de Educación (PSOE) ha decidido ampliar el protocolo para el inicio del curso escolar en Cantabria ya que hora también será obligatorio que tanto a los alumnos como los docentes se le tome la temperatura antes de iniciar las clases diariamente.
La nueva norma ha sido publicada en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) donde ademas se refleja que se permite la celebración de actividades extraescolares y el servicio de madrugadores, tardes en el cole o análogos siempre que no se rompan los grupos estables de convivencia y se cumplan el resto de medidas de prevención, en lo que se ha llamado «Actualización al Protocolo General de Organización para el Desarrollo de la Actividad Educativa en la Comunidad Autónoma de Cantabria durante el Curso 2020-2021, de aplicación hasta el fin de la crisis sanitaria».
Esta medida viene como “medida complementaria” a la comprobación diaria del estado de salud que se pide a toda la comunidad educativa y a la que las familias se comprometen a través de la declaración responsable y que no ha satisfecho ni a los docentes ni a los propios padres.
En el protocolo se aconseja que la comprobación de la fiebre se lleve a cabo antes de la entrada al recinto escolar para el alumnado exento de portar mascarilla, o, lo que es lo mismo el primer y el segundo ciclo de Educación Infantil donde se encuentran los menores de 6 años.
Con una temperatura igual o superior a 37,5 grados, el alumno o personal del centro no podrá permanecer en el mismo y si el dispositivo marca una temperatura igual o solo ligeramente superior, se repetirá la toma pasados cinco o diez minutos para una nueva comprobación.
Lo cierto es que la vuelta al colegio está resultado un auténtico quebradero de cabeza tanto para los padres como para los propios docentes y centros educativos, que no tienen muy claro que esta medidas vayan a resultar eficientes para que no haya contagios del COVID-19 entre los alumnos.