La pandemia no sólo se está cobrando vidas y dejando miles de contagios y enfermos, sino que además ha originado un aumento sustancial de matrimonios que se ha roto tras registrar en el tercer trimestre del año, entre los meses de julio y septiembre, 333 demandas de disolución.
Esta situación implica un 31,6% más de divorcios y separaciones que las producidas durante el mismo periodo de tiempo en el año 2019 cuando hubo un registro de 259 demandas, que representa el doble de lo experimentado en el conjunto del país, donde también se produjo un aumento de las disoluciones matrimoniales, pero del 16,6 por ciento, según datos aportados por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Los datos contrastan con los registrados durante el primer periodo de la pandemia con la bajada, en los dos primeros trimestres, de las demandas cuando se redujeron un 22 y un 32 por ciento respecto a los datos registrados en esos mismos periodos de 2019.
En Cantabria, las peticiones de disolución matrimonial registradas en los juzgados de Cantabria entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de este año fueron de 858, un dato que es inferior al de los nueve primeros meses del pasado año 2019 que fueron 972.
Con respecto a análisis de los datos de las 333 demandas de disolución presentadas en el tercer trimestre, 316 fueron de divorcio, más que las registradas en 2019 que se situaron en 244, y el resto, 17 de separación, lo que supone 8 más que el año anterior.