Por Marcelino Pérez
Durante toda su existencia, más de cien años, el banco Santander ha celebrado su junta general anual en la capital de Cantabria. Desde este año no será así. Definitivamente el banco que lleva el nombre de nuestra ciudad traslada esa cita anual a Madrid.
El 31 de marzo de este año, viernes, la junta se celebrará en Madrid, lo que supone un cambio para el futuro. Los tres últimos años la Junta fue casi al cien por cien virtual, por la pandemia del Covd-19, pero desde este año Ana Botín ha tomado la decisión de abandonar Santander para que la más importante cita anual de la entidad se celebre en Madrid.
Para Cantabria este traslado supone una pérdida importante. La junta del Santander desde hace años celebrada en los meses de febrero o marzo, suponía una inyección económica de relieve en el sector de la hostelería.
Durante cuatro días los hoteles de Cantabria estaban llenos, los restaurantes recibían unos ingresos relevantes en los momentos más bajos (febrero y marzo) y el nombre de Santander regresaba a los informativos de medio mundo.
Ana Botín tiene toda la libertad para adoptar esta decisión, especialmente con el argumento de que el banco es una entidad global con más de la mitad de su negocio fuera de España. Lo que sorprende es que ni el equipo de gobierno del Ayuntamiento de la ciudad que lleva el banco en su enseña, ni el gobierno de Cantabria, ni los diferentes colectivos empresariales, sindicales, gremiales etc. mantengan un silencio total.
El gobierno de Revilla y la alcaldesa de Santander, Gema Igual, han podido negociar con Ana Botín la permanencia de la Junta del BS en la capital cántabra, pero no ha sido así.
La Junta del BS abandona Cantabria en silencio, sin ningún indicio de resistencia por parte de Cantabria. Un ejemplo más del declive regional y de la carencia de espíritu reivindicativo.