Los hoteleros cántabros han vuelto a protagonizar una nueva manifestación este miércoles, convocada por la Asociación de hostelería cántabra (AHC)  con el fin de reclamar lo que consideran justo y vital para su subsistencia.

La decepción de dicho colectivo crece por momentos al igual que sus urgencias. Entre sus peticiones prioritarias, destacan por un lado la apertura del interior de los locales, así como la de las fronteras comarcales.

Durante su intervención, el presidente de los hosteleros, Ángel Cuevas catalogaba cómo ¨ridículas¨ las ayudas que están recibiendo en un sector, que se debilita cada día que pasa. Además ha advertido de que existen 7.000 empresas que dependen directamente de la hostelería, y que actualmente se encuentran totalmente ignoradas por el Gobierno.

Uno de los protagonistas del comunicado, ha sido Miguel Ángel Revilla, a quién se le exige que tome de una vez las riendas de la región, y se dé cuenta de la situación límite que viven los establecimientos cántabros. Es la cabeza visible, y por ello creen que debe ser él y no otro, quién reconduzca la insostenible situación económica actual.

Por otro lado, se aprovechó también para recordar que se han establecido ya 5 demandas contra el Ejecutivo económico, debido a las inadmisibles restricciones que les están haciendo ahogarse , sin poder llegar a la orilla. Se sienten ignorados por parte de las administraciones pertinentes, y afirman que pese a estar demostrado, que no son un foco de contagios, «nos meten a todos en el mismo saco».

Esta caravana, ha sido una nueva demostración del caos que vive el colectivo hostelero en Cantabria, el cual ha reafirmado que a pesar de la insistencia y de que las ayudas están siendo mínimas (30 millones de euros), tan sólo en torno al 50 por ciento de los hosteleros ha cobrado el I Cheque Resistencia.