La consejera de Economía y Hacienda del Gobierno de Cantabria, la socialista María Sánchez, se ha colocado en el «punto de mira» político de la región, donde los dos partidos que gobiernan, tanto el suyo, PSOE, como el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), están molestos con las declaraciones que ha realizado el pasado fin de semana, como cuando en su momento abandonó el Consejo de Administración de Sodercan.

El pasado domingo en un medio de comunicación de la región, cuestionó el proyecto de implantación del servicio de protonterapia en el hospital Valdecilla, ya que aspira a financiarse con 40 millones de euros procedentes de los fondos europeos, pero para obtenerlos debería estar ejecutado antes del 31 de diciembre de 2023, ha originado un auténtico revuelo tanto en su propio partido, el PSOE, como en el PRC.

María Sánchez, llegó a decir que cuando se licitó la obra el SCS «quería tener una maquina puntera-y cara- al precio de una barata», añadiendo que «tal y como está el expediente, la viabilidad de la protonterapia está seriamente comprometida».

Desde el PRC, se mostraron muy contrariados con estas declaraciones llegándo ilncluso a calificar en petit comité de «deslealtad» de María Sánchez, por cuestionar públicamente un proyecto estrella para este Gobierno como es la protonterapia, que ahora mismo, cierto es, está paralizado tras no presentarse ninguna empresa a su construcción y tener que vovler a redactar el proyecto para su nueva licitación.

Miguel Ángel Revilla (PRC), salió al paso considerado que la consejera de Economía, María Sánchez (PSOE), «se ha equivocado» al cuestionar la viabilidad del proyecto de implantación del servicio de protonterapia en el hospital Valdecilla, ya que va «según lo previsto» a pesar del retraso que sufrió tras quedar desierto el primer concurso para su puesta en marcha, dejando claro que «ha sido un error lo que ha dicho».

Es más, el presidente aseguró que no existe «ningún riesgo» de que Cantabria se quede sin los fondos que espera de Europa y que «todos» los proyectos «importantes» que estaban en el planteamiento inicial de Gobierno regional para poner en marcha con ellos «van a salir adelante».

Revilla le recriminó que «nunca» ha planteado esta cuestión en el Consejo de Gobierno, que es donde «se plantean estas cosas», y ese «temor» que ha expresado públicamente, y el Ejecutivo está trabajando para sacar adelante «con la mayor celeridad posible» los proyectos que pretenden captar fondos europeos.

La consejera de Presidencia y Justicia, Paula Fernández, llegó incluso a señalar que las palabras de María Sánchez eran fruto de «un desconocimiento total y abasoluto, y probablemente, eso se acahaque a una falta de coordinación».

EL PSOE MOLESTO CON ELLA

No sólo el PRC, ha recriminado sus palabras, su compañero de partido y consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, aseguró que no tiene «ninguna duda» de que Cantabria contará con la protonterapia y que se está ultimando la elaboración del nuevo pliego para aprobarlo en Consejo «en los próximos días» y sacarlo de nuevo a licitación lo antes posible.

Otro de los asunto que no sentó nada bien en el seno de los socialistas, fue cuando en febrero de 2020, María Sánchez valoró de forma positiva que el Ministerio de Hacienda informara a las comunidades de que iba a relajar el tope de déficit como alternativa a la pérdida de este dinero, todos los políticos del Parlamento de Cantabria por unanimidad, incluidos los de su Gobierno PRC-PSOE, que tuvieron que salir al paso solicitando al Gobierno regional que reclamase al Estado el pago urgente del dinero correspondiente a la última mensualidad del IVA del 2017.

La iniciativa exigía la puesta en marcha de las medidas necesarias, incluida la vía judicial, para que llegaran a las arcas autonómicas esos 42 millones de euros pendientes, iniciativa a la que se adheria el PSOE, que de esta forma corregía a su propia consejera de Economía.

Otro asunto que no gustó en el partido fue la salida, en medio de sombras y ausencia de explicaciones, del interventor general del Gobierno de Cantabria, fue nombrado para ese puesto -clave en el sistema administrativo- Javier Martín García proveniente de La Rioja.

Lo cierto es que María Sánchez, no está muy bien vista dentro del PSOE de cantabria, ya que miembros importantes de socialistas la consideran una irresponsable y con poco sentido político y de partido y que si está en el puesto en el que está es gracias a que su tío es el alcalde de Suances, Andrés Ruiz Moya.

SODERCAN

Otro de los asuntos más llamativo fue su dimisión del Consejo de Administración del SODERCAN, a petición propia, que abrió una crisis interna dentro del Gobierno bipartito PRC-PSOE al indicar en su carta de renuncia al cargo que lo hace porque no está dispuesta a que se aprueben algunas decisiones que posteriormente en su Consejería de Economía no estaba dispuesta a firmar, dejando la duda de los criterios que se utilizan para aprobarlas en la principal empresa pública de Cantabria.

Una de las razones, según la oposición es que «no estaría de acuerdo», con distintas medidas que ha tomado recientemente Marcano, como las «dietas a nuevos consejeros o su planteamiento en contra de la recompra de acciones por parte de Sodercan a sus socios minoritarios» y añadian que «La titular de la Economía de Cantabria encuentra objeciones a cómo se está invirtiendo y gestionando el dinero público en Sodercan».

Las «contrataciones a dos políticos del PRC para ocupar puestos en dos consejos de administración», los de Cantur y Sodercan, que según los populares «costarán a las arcas cántabras más de 120.000 euros mensuales», podría haber sido motivo de «rechazado» también por Sánchez,

Esta situación supuso un fuerte encontronazo con el Consejero de Industria, innovación, Turismo y Comercio, Francisco Javier López Marcano, ya que acusaba veladamente al regionalista de estar llevando a cabo una dudosa gestión de SODERCAN y del dinero público que esta empresa mueve.

Queda un año y medio para las nuevas elecciones autonómicas y se avecina un fin de legislatura bastante complicado para los dos socios de Gobierno, donde ya empiezan a tomar posiciones como se puede comprobar cada vez que intervienen públicamente, donde los desacuerdos entre el PRC y el PSOE es evidente, aunque desde las filas socialistas no temen una ruptura de los regionalistas porque «Revilla es de lo que cumple su palabra» en los pactos de gobierno.