La brecha entre los dos partidos que forman la coalición de Gobierno en Cantabria PRC y PSOE, se ha acentuado en los últimos meses, y ahora se ha ha hecho más patente tras estar esta semana el caso «Renedo», que implicado a la directora regional de Juventud, Alicia Renedo, por los contratos menores firmados con una empresaria antes y después de haber trabajado con ella en el sector privado, por cerca de 80.000 euros.
Tras develarse esta circunstancia por parte del Diario Montañés, el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, salió a la palestra con una rapidez sorprendente, para pedir la dimisión de la directora de Juventud y además adelantó que el Gobierno, iniciaba una investigación sobre el asunto, dejando claro que Renedo «ha vulnerado la Ley de Incompatibilidad, no ha actuado como debía, ni ética ni moralmente, y debe asumir responsabilidades».
El viernes, Revilla se reunía con el vicepresidente del Ejecutivo, el socialista, Pablo Zuloaga, responsable además de la consejería a la que pertenece Renedo, donde se volvió a evidenciar la fractura que existe ahora mismo entre los dos dirigentes, que ya están en plena campaña electoral.
La legislatura ha estado marcada por los continuos choques entre los dos partidos que gobiernan PRC-PSOE, que ya comenzó con la gestión por parte del consejería de Sanidad, en manos socialistas, con la gestión de la pandemia, que le costaron serios disgustos al presidente Miguel Ángel Revilla, en especial con el sector hostelero, que deterioraron en mucha medida su imagen pública.
En una evidencia que el pacto de Gobierno en Cantabria implica que si bien Revilla ejerce la presidencia de la comunidad autónoma, Zuloaga y las consejerías que controla el ala del PSOE van por su cuenta y no se ciñen a lo que diga el presidente, ya que trabajan de forma autónoma y controlas en exclusiva por el vicepresidente socialista.
Esta circunstancia ha provocado más de un choque dentro del propio Gobierno entre regionalistas y socialistas, sobre todo con la llegada de Francisco Javier López Marcano de nuevo a la política haciéndose cargo de la consejería más importante de Ejecutivo, como es la de e Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio, como se ha palpado en más de un Consejo de Gobierno.
Pero Zuloaga, tras permanecer en silencio durante más de veinticuatro horas, este sábado saltó a escena, pero no para pedir disculpas y hacer autocrítica, sino para defender a su directora regional de Juventud y encima atacar a a la oposición que había pedido la dimisión de Renedo, diciendo que «espera que el resto de partidos no se atrevan a dar ninguna lección de cómo se gestionan las crisis».
FUGA CONSTANTE DE LAS CONSEJERIAS
Lo cierto es que durante toda la legislatura, las dimisiones o ceses han sido constantes en el lado socialista del Gobierno que controla Zuloaga, en especial en la consejería más importante que contra y tan importante para los ciudadanos como en la de Sanidad, señala en especial por la pésima gestión de la pandemia, al frente de la que estuvo Miguel Rodríguez, quien finalmente tuvo que presentar su dimisión ante el aluvión de críticas que hubo en su contra.
Previamente ya había había abandonado el cargo Celia Gómez, gerente del Servicio Cántabro de Salud (SCS), así como la salida de la gerente de Atención Primaria, Teresa Ugarte, y su directora médica en 2021 , así como los sustitutos de ambos, en 2022, la directora de Salud Pública, y un sin fn de subdirectores y secretarias generales del SCS.
Otra de la dimisiones en el ala socialista más sonada fue la de la Consejera de Economía, María Sánchez, al hablar que la protonterapia estaba comprometida con los actuales presupuestos, que provocó su salida del Ejecutivo finalmente, ya que esto y el MUPAC, son los grandes logros de Zuloaga en est legislatura, los dos sin llevarse a cabo todavía.
No se ha quedado atrás la consejería que controla directamente Pablo Zuloaga como es la de Cultura y Deporte, con el escándalo que le ha saltado ahora en las manos, ya que a tan sólo escasos cinco meses de las elecciones y con unas encuestas claramente a la baja del PSOE que comprometen un futuro pacto de Gobierno de nuevo con el PRC, debe decidir como solventa esta crisis interna socialista, que además ahonda la brecha interna que existe en su partido.