Han salido a luz pública las declaraciones que el presunto asesino de Eva Jaular y bebe de 11 meses, José Reñones, efectuó a la Guardia Civil, durante las 72 horas que estuvo detenido antes de ser puesto a disposición judicial, donde asegura que «ella había quitado la denuncia y con ello la orden de alejamiento y así empezar de nuevo», algo que no se corresponde con la realidad ya que la orden de alejamiento seguía vigente.
Reñones, sigue negando en su declaración ser el autor de los asesinatos porque según el «Yo no las he matado, no las he hecho nada, ni se me ocurre, iré a por el que lo haya hecho» y es que según su relato Eva y el habían decidido volver a dar una nueva oportunidad de estar viviendo juntos.
En su relato ante los agentes, indica que el día anterior, el 16 de diciembre, sobre las cuatro de la tarde acudió al domicilio de Liaño la Guardia Civil junto con Eva llamando a la puerta de la casa «Me despertaron porque estaba durmiendo en el sofá y me asusté porque tenía una orden de alejamiento y pensé queme iba a la cárcel».
Tras abrir la puerta, sigue en su relato de los hechos, conversó con el Guardia Civil, al que según el, enseñó su teléfono móvil donde se reflejaba una llamada de Eva ese mismo día sobre las 11 de la mañana donde una Eva «enfadada» le indicaba que debía abandonar la casa de Liaño y una serie de mensajes donde justifica que «se puede ver que tenemos una relación y que ella quería que ambos viviéramos juntos».
Durante la conversación con el agente, sigue indicando en su declaración José Reñones, le pasó por teléfono con otro compañero quien le señaló que debía abandonar el domicilio y que al día siguiente le iban a tomar declaración en el cuartel. En su relato indica que salió de la casa con una mochila donde llevaba insulina, unas cervezas, un destornillador, un cúter y un sacapuntas, asegurando que intentó suicidarse pero que tuvo valor.
En el interrogatorio, el agente le llega a preguntar si ese intento de suicidio fue por si les había hecho algo a Eva y su bebe, algo que negó. «No, porque no entendía por qué Eva me había denunciado. Me vi sobrepasado por la situación, ya que además padezco una enfermedad y me veía en la calle», fue su respuesta.
Prosigue su relato, negando que volviera de nuevo a la casa, cuando se fueron los agentes, indicando que es cierto que «regresé de nuevo a la casa pero sin llegar a entrar. A continuación fui hacia la gasolinera de Villaescusa, para después coger la senda verde que va a El Astillero. A la altura de Mercadona, me senté en una mesa donde tomé tres o cuatro cervezas y estuve paseando por la zona hasta que se hizo de noche» donde según el pasó allí toda la noche hasta el día siguiente.
Relata en su declaración que por la mañana acudió al centro comercial que hay en esa zona y fue al baño, en ese momento recibió la llamada de Nieves, la madre de Eva, preguntado por su hija y que la casa estaba destrozada «Me sorprendí, no supe como reaccionar. Le contesté que no sabía nada lo que me estaba diciendo y me colgó el teléfono. Al poco tiempo me llamó el Guardia Civil que me dijo el día anterior que me iba a citar para declarar para preguntarme si sabía dónde estaba Eva y le respondí que no, que no entendía que pasaba y que no sabía nada, que había pasado la noche fuera de casa, enfrente del Eroski, en el merendero que hay allí, porque estaba esperando su llamada».
Dice que en su trayecto al cuartel dela Guardia Civil, recibe una nueva llamada de la madre de Eva «que estaba muy nerviosa y no conseguía entenderla«, en ella «Me pregunta que qué hacía yo allí y le respondí que Eva me había invitado a estar allí«.
Durante el interrogatorio, los agentes le preguntan ¿cuándo vio por última vez con vida a Eva? «A las 10,15h. del día 16, en la casa, cuando ella se estaba poniendo el abrigo para irse a trabajar», aunque a las 16,15 horas Eva se presentó con la Guardia Civil en la casa.
Sobre si la victima podría haber tenido una relación con otra persona, el detenido indicó que «no lo sabía», descartando por completo que la hija no fuera suya porque «la tuvimos queriendo los dos. Pongo la mano en el fuego porque es mi hija».
Por último, en su declaración volvió a mostrar su sorpresa por lo ocurrido volviendo a indicar su inocencia «No pensaba yo que iba a pasar esto, todavía no me lo creo, es algo surrealista«.