Cuestan entender qué motiva a quienes nos gobierna a no dar datos concretos de la pandemia como consecuencia del COVID-19, tanto a nivel nacional como regional ya que siempre ofrecen datos globales sin especificar ni concretar que son y que significa exactamente ser contagiados, a que parte de la población afecta y en qué medida, cuantos lo pasan con síntomas mínimos o leves o a qué edades es más peligro y lo principal, que franja de edad son los fallecidos.
En CantabriaPress.com, hemos elaborado un informe sobre esta situación para conocer la realidad de la pandemia Cantabria y no la que nos trasladan desde la Consejería de Sanidad que dirige el socialista Miguel Rodríguez, para entender un poco mejor la situación y las incomprensibles decisiones que se toman desde el Ejecutivo cántabro.
El principal dato y con el que constantemente nos están intentando meter miedo con el COVID-19 y sus consecuencias, es el de fallecidos. Vamos de desmembrar por franjas de edades los hasta ahora 557 fallecidos que ha tenido Cantabria desde que comenzó la pandemia:
. De entre 0 a 29 años, en Cantabria no se ha registrado ningún fallecido desde marzo de 2.020 por coronavirus.
. De entre 30 a 39 años, sólo se ha producido un fallecido, se trata de hombre.
. De la franja de 40-49 años, en la región se han registrado 2 fallecidos que corresponden a un hombre y una mujer.
. De la edad comprendida entre 50 y 59 años, ya se eleva a 15 las personas que han perdido la vida por el Covid-19 correspondientes a 10 hombres y 5 mujeres.
. De el periodo comprendido entre 60 y los 69 años, los fallecidos han sido 35 de los que 19 eran hombres y 16 mujeres.
. De entre 70 a 79 años, los muertos por adquirir el coronavirus has sido un total de 100 correspondientes a 65 hombres y 35 mujeres.
De la franja de entre 80 a 89 años, es donde más fallecidos haya con un total 232, de los que 118 son hombres y 114 mujeres,
. De entre 90 a 97 años, las muertes contabilizadas por el Covid son 162, donde 67 han sido hombres y 95 mujeres.
. Y por último de más de 98 años en total han sido 10 los fallecidos que corresponden a 4 hombres y 6 mujeres.
Con estos datos que se pueden extraer de la página oficial del propio Servicio Cántabro de Salud, es claro que a la población de hasta los 50 años no les afecta porque en esa franja hay 3 fallecidos desde que comenzó la pandemia y todos ellos con patologías previas.
La cifra sube cuando la franja va de los 50 a los 70 años donde los fallecidos 15 en el primer tramo (50 a 60 años) y 35 en el segundo (60 a 70 años) que sumando los dos tramos de dadas harían los 50 muertes por coronavirus.
La franja que recoge los mayores fallecidos en Cantabria es la comprendida entre los 70 y 100 años donde se suman un total de 504 fallecidos por el Covid-19 con 232 en el tramo de 80 a 89 años.
EL 50% DE FALLECIDOS PROVIENEN DE RESIDENCIAS DE MAYORES
Los datos dicen que casi el 50% de estos fallecidos por Covid-19 procedían de residencias de ancianos, es decir que 276 de las personas que han muerto por adquirir el coronavirus eran de esos centros de mayores según los datos de los Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria.
HOSPITALIZADOS Y UCIs
En cuanto a las edades de la personas hospitalizadas, la edad media ronda los 75 años siendo su ingreso en un 77% por neumonía.
Los asintomáticos, entre los contagiados por el coronavirus en Cantabria, se sitúan en el 61%, es decir de cada 10 personas 6 no tienen ningún síntoma de la enfermedad según los datos de la Consejería de Sanidad y del 39% restante de contagiados, la mortalidad por debajo de los 50 años es muy baja (< 1%) aunque se incrementa exponencialmente a partir de esta edad, especialmente a partir de los 70 años.
De entre los contagiados por el COVID-19, el 94,5% son asintomáticos o tienen síntomas leves como puede ser un resfriado o una gripe y lo pasan en su domicilio, por lo que sólo el 5,5% están ingresados en hospitales y de ellos el 1,12% están ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos.
PROBLEMAS PSIQUITARICOS ENTRE LOS JOVENES
Según los servicios de Psiquiatría y Pediatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla se ha detectado un notable aumento de pacientes infanto-juveniles con alteraciones de la salud mental, derivadas de forma directa o indirecta de la actual situación de pandemia por coronavirus.

Jesús Artal, jefe de Psiquiatría de Valdecilla, ha informado de que, en algunos momentos, el número de menores ingresados en Valdecilla por causas de tipo psiquiátrico ha sobrepasado la decena. y ha señalado que «los últimos meses de 2020, y especialmente el comienzo del 2021, esa ola ha llegado en cuanto a la afectación en la salud mental de niños y adolescentes, y es una ola muy importante«.
Según Artal, «toda la sociedad está sometida al mismo estrés, cansancio y agotamiento. Dentro de las familias, los niños no son ajenos a los problemas del día a día» generados por el Covid-19.
Por su parte, María Jesús Cabero, jefa del Servicio de Pediatría de Valdecilla, también habla de un aumento, tanto en Urgencias como en las consultas de Atención Primaria como en la planta de hospitalización, de niños con problemas de salud mental, de ansiedad, de cuadros hipocondriacos, muchos cuadros psicosomáticos, aparte de trastornos del comportamiento alimentario.
La consecuencia de todo esto, según los profesionales, es un repunte preocupante de determinados trastornos que ya estaban presentes antes de la pandemia, como alteraciones graves de la conducta de alimentación –con casos de anorexia y bulimia especialmente en niñas entre los 13 y los 16 años–, así como conductas de tipo autolesivo e, incluso, de tipo suicida.
LOS DATOS DE LA GRIPE EN 2019
Antes de que sólo se hablara de COVID-19 en España y Cantabria se hablaba de casos de gripe, cuya «temporada» iba desde diciembre a abril del siguiente año que en año 2.019 tuvo una tasa global de incidencia de gripe se situaba en 223,3 casos por 100.000 habitantes.
Datos que comparados con los de ahora serían para situarnos en el nivel 4 de alerta sanitaria y que aquellos momentos no originaba alarma social ni política y que colapsaban las urgencias de los hospitales.

El 70% de los casos de gripe que presentaron algún tipo de complicación con otra patología eran mayores de 44 años, y entre los factores de riesgo más frecuentes se encuentran la enfermedad pulmonar crónica (26%), la diabetes (21%) y la enfermedad cardiovascular crónica (19%).
Según recordaba la propia Consejería de Sanidad, «la gripe puede revestir más gravedad y complicarse en personas mayores, sobre todo a partir de los 60 años, y en quienes padecen enfermedades crónicas. Estas complicaciones son predominantemente respiratorias: neumonías, bronquitis, sinusitis, otitis; deshidratación y empeoramiento de enfermedades crónicas como diabetes, asma o problemas cardiacos; reagudización de patologías en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o fibrosis quística, asma y todas las personas que padecen enfermedades graves como cáncer, o que reciben tratamientos que afectan a su inmunidad«.
Los síntomas del COVID-19 pueden aparecer de 2 a 14 días después de la exposición al virus y pueden variar desde leves a muy graves. Algunas personas que han sido infectadas no presentan ningún síntoma, siendo los más comunes la fiebre, tos y cansancio. Otros síntomas pueden incluir dificultad para respirar, dolor o presión en el pecho, dolores musculares o corporales, dolor de cabeza, pérdida del gusto u olfato, confusión, dolor de garganta, congestión o goteo nasal, diarrea, náuseas y vómitos, dolor abdominal y erupciones cutáneas.
Resulta sorprendente que que en España, en la temporada de gripe sólo se han registrado 7 casos de forma oficial por los 6.927 del año anterior, según Sistema de Vigilancia de Gripe en España (SVGE), constituido por epidemiólogos y virólogos de las comunidades autónomas, el Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y el Centro Nacional de Microbiología (CNM) del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
DATOS PARA LA INFORMACION
Todos esto datos, sirven para que se pueda hacer un análisis real de lo que realmente supone la pandemia por el COVID-19 y la auténtica realidad del peligro que supone para la población, que si bien es cierto que su contagio es mayor, las cifras hablan por sí solas de la mortalidad que tanto nos inculcan los políticos-gobernantes y los medios de comunicación al servicio de estos, principalmente las televisiones nacionales.