El Ayuntamiento de Santander prevé congelar las tasas, precios públicos e impuestos municipales por octavo año consecutivo, excepto las del agua y alcantarillado, a las que se debe aplicar el IPC por obligación del contrato con la empresa adjudicataria del servicio.
Así lo ha anunciado hoy la alcaldesa, Gema Igual, quien ha explicado que, si se aprueban estas medidas, el Ayuntamiento dejará de ingresar 7 millones de euros que, sumados a las bonificaciones y exenciones que estaban ya en vigor, supondrá que los santanderinos ahorren alrededor de 27 millones de euros desde el inicio de la legislatura.
“Nos volvemos a poner en la piel de los ciudadanos, en un contexto muy complicado a nivel económico y por ello no vamos a aplicar la subida del 10,8% del IPC, lo que es tanto como establecer una rebaja por ese valor a las tasas, impuestos y precios públicos”, ha remarcado.
Asimismo, ha recalcado que el Ayuntamiento favorecerá a más familias aumentando los tramos económicos y creando nuevas bonificaciones en las tasas de agua, basuras y alcantarillado.
La regidora ha hecho hincapié en el “enorme esfuerzo” realizado por el Ayuntamiento para no repercutir las históricas subidas de los precios experimentadas este año “y dar alivio a las economías familiares”, a pesar de que ello suponga una merma importante en los ingresos municipales “ya afectados desde 2021 por la pérdida de 4,3 millones en el impuesto de la plusvalía”.
De esta forma, el tipo impositivo aplicable en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) se mantendrá en el 0,40 “el mínimo permitido por la Ley y el más bajo de las capitales de provincia”, lo que, en números, representa 4,7 millones de euros que deja de ingresar el Ayuntamiento al no aplicar el IPC.
También se congela la plusvalía y se mantiene la supresión de la licencia de apertura para los locales de menos de 400 metros “con el objetivo de favorecer la actividad económica, potenciar a los emprendedores y al pequeño comercio y crear empleo”, ha precisado Igual.