El toque de queda ya es historia en Cantabria desde esta pasada media noche al cumplirse el plazo de seis días que el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) que concedió a la Consejería de Sanidad el pasado viernes día 13 de prolongarlo durante seis días más.
A partir de esta pasada media noche ya no se restringen los movimientos de la personas entre al 1 y las 6 de la madrugada como establecía el decaído toque de queda impuesto por la consejería que dirige a día de hoy el socialista Miguel Rodríguez, por lo que se podrá circular libremente sin ninguna limitación de horario.
SANTANDER REFORMZARÁ LA VIGILANCIA
Ante esta situación, Santander reforzará la vigilancia policial con el objeto de controlar los botellones que se puedan originar, así lo a explicado la alcaldesa de Santander, Gema Igual, señalando que se reforzarán los efectivos de la Policía Local y además se ha solicitado la colaboración de la Policía Nacional.
Igual ha vuelto a insistir en su llamamiento a la prudencia y ha expresado su temor a los botellones. «Todos es lo que tememos estas noches», ha reconocido la Alcaldesa, que ha recordado que, como máximo, algunos bares de Santander podrán abrir hasta las 3.00 debido a su licencia, aunque a partir de esa hora la gente puede seguir en la calle y, ante eso, «el Ayuntamiento debe estar preparado».
«La pandemia no ha pasado», indicaba Igual, y espera «que no nos pase con aquella falsa alarma que provocó el ‘nos podemos quitar la mascarilla en la calle. Pese a no haber toque de queda, debemos de seguir siendo exactamente igual de responsables»‘, que ha pedido «no mezclarse con cualquiera» y a estar con un número reducido de personas.
Para la Alcaldesa santanderina es mejor estar en un local de hostelería porque «en la calle suscitan los problemas del botellón», ha dicho la alcaldesa que ha señalado que, además, de una práctica «ilegal» es un «foco de transmisión» del Covid.