La verdad es que los acontecimientos en la vida política española se están precipitando a más velocidad de la prevista.
Si hace unos días desde estas páginas y a raíz del “affaire” Leire Diaz (y ahora entiendo el trabajo de fontanería), y del Fiscal General, decíamos que el Gobierno de Sánchez estaba con el ”kit de supervivencia” hasta agotar lo que queda de legislatura (dos años aproximadamente), el “Caso Cerdán”, es en principio y a la espera de más acontecimientos, el “certificado de defunción” del Sanchismo.
Por mucho el Presidente haya escenificado de forma tangencial la seudodecepción (en lo personal) y pidiendo perdón, tratando de hacer un cortafuegos tratando de focalizarlo en el ámbito del partido, el asunto ha calado muy hondo en la sociedad española, pero especialmente en las bases del Partido Socialista Obrero Español.
Dejando de lado la oposición, que sin duda y como es obvio, tratará de rentabilizar esta detestable situación, creo que el Gobierno Español necesita una catarsis y debe de hacerse desde dentro y ya.
No estamos hablando del “caso Koldo”, “Aldama”, “Ábalos”, “Begoña”, “hermano”, etc., y ahora “Celdrán”, estamos hablando que llueve sobre mojado pero lo dramático es que Sánchez vendía a los ciudadanos limpieza política contra la “corrupción” que la bandera que impulsó la moción de censura a Rajoy, y contrató a auténticos “golfos” para “corregirla” haciendo bueno aquello de que “Dios no nos ponga donde haya, porque de quitar ya me encargaré yo.”
El drama es que a Sánchez se le acabó el crédito. Está políticamente amortizado, K.O., y en los próximos días, sin duda habrá noticias, especialmente propiciadas desde dentro del partido, pues no puede hacerse esperar una reacción importante, si no quieren que la factura a pagar sea potente, y también los socios de gobierno (los separatistas) que utilizaron la corrupción como excusa para desmantelar el Estado en beneficio propio.
Estos últimos, especialmente Vascos (PNV) y Catalanes (EE y J P C), si siguen manteniendo en la UVI y con respiración asistida a Sánchez, no solo deberán rendir cuentas a España, sino también a sus militantes y a sus votantes con lo que ello conlleva. No hay pretexto que valga, porque cada día que tarden en reaccionar aparecerán mas retratados.
Los medios de comunicación ha cogido la presa (pieza) y no la van a soltar tan pronto.
La clave nos la da hoy el diario oficialista “El País” que en el día de hoy pide la “cabeza de Sánchez”, con duros titulares (“crisis que amenaza la supervivencia de Sánchez” y “el PSOE sangra por la herida”) y con un duro editorial, y no lo dice un cualquiera lo dice un medio que ha defendido a ultranza el “sanchismo” y todas sus derivadas. Aviso a navegantes.
Es difícil entender, y de explicar, un desatino de tal calibre, nombrando como sucesor de Ábalos en la Secretaria General PSOE a un personaje como Santos Celdrán, que de primeras su aspecto da grima, pues individuos de este calibre en la empresa privada son un “no apto”, al igual que el propio Ábalos, Koldo y cia. De hecho, el pacto de silencio entre Sánchez y Ábalos (permaneciendo como Diputado a cambio de silencio ha durado lo justo. Los hechos son incontestables y acabarán llevándose a todos por delante.
Lo de Santos Cerdán, y supongo que la grupeta del Peugeot, es muy fuerte, ya no es que sea un corrupto de libro, es que además robó la cartera a los propios militantes del PSOE, manipulando votos en distintas primarias en perjuicio de Susana Diaz (una impresentable donde las haya), y Madina (un señor). Es como si un camarero además de robar al jefe roba la propina de los compañeros. Muy fuerte. Todo ello da pie a que gente carente de todo principio y ética nos ha estado (y está) gobernando.
Y para finalizar, ahora entiendo la “fontanería de Leire Diaz”, intentar desacreditar a la UCO, lo que es la prueba palpable que conocían (Moncloa incluida) lo que se avecinaba, pero las pruebas de los repugnantes hechos son más que evidentes, y el asunto muy fuerte. Sánchez no creo que aguante mucho.
De todas las formas, me gustaría escuchar a la oposición, especialmente a Feijoo, que “va a derogar toda la normativa del Sanchismo, y a reconstituir el Estado de Derecho”.
Está claro (al menos es mi percepción) que en el horizonte se vislumbra una Moción de Censura, por aquello de que “quien a hierro mata a hierro muere”, lo que se trata de ver es cual es el precio o peaje que está dispuesto a asumir con estas fuerzas si es que llega a producirse, y si se convocan elecciones esperemos una propuesta acorde a los tiempos pasados y futuros.
