Cada vez se van conociendo más detalles del sumario del asesinato de Liaño de Villaescusa donde fueron asesinadas Eva Jaular y su bebe de once meses, presuntamente a manos de su expareja José Reñones, en este caso según el Servicio de Patología Forense del Instituto de Medicina Legal de Cantabria, la muerte se habría producido entre las 16,00 horas y las 19,00 horas del día 16 de diciembre, es decir 24 horas antes de hallara sus cadáveres.
Así lo refleja el informe de la forense que señala la causa de la muerte un politraumatismo por arma blanca, sin que de momento haya aparecido el arma del crimen.
Además, también a salido a la luz pública, el testimonio realizado por algunos testigos vecinos de la zona sobre lo que vieron el día de los hechos (16 de diciembre), que desmontan, a falta de poder corroborarse, el relato del presunto asesino de lo que hizo durante esas horas fatídicas.
Reñones, que en la actualidad está en prisión provisional y sin fianza, aseguró a la Guardia Civil, que ese 16 de diciembre sobre las 16,15 horas, abandonó el domicilio, tras requerido por dos agentes acompañados por la propia Eva Jaular, que debía abandonar el domicilio al constar una orden de alejamiento.
Tras abandonar la casa, los agentes le comunicaron que ya le llamarían para que prestara declaración al día siguiente, tras hablar con otro agente de la Guardia Civil por teléfono. Según el acusado, tras esta conversación, no volvió a regresar a la casa y según su relato «Me dirigí a una fuente próxima a la casa, donde me crucé con una vecina, y regresé sobre mis pasos, pasando delante de la vivienda de Eva, pero sin llegar a entrar. A continuación me fui hacia la gasolinera de Villaescusa, para después coger la senda verde que va a El Astillero. A la altura de Mercadona, me senté en una mesa donde tomé tres o cuatro cervezas y estuve paseando por la zona hasta que se hizo de noche».
En su relato, señaló que pasó allí la noche hasta las nueve de la mañana del día siguiente (17 de diciembre) que se fue a un centro comercial que hay al lado para lavarse.
Pero lo cierto es que una testigo ha indicado que sobre las 16,30 horas vio regresar de nuevo a Reñones al domicilio de Eva describiendo que «le vi introducirse en el garaje y a los veinte minutos escuché como partía leña dentro».
Posteriormente, según esta vecina, su madre vio llegar a Eva al domicilio y entrar al garaje con el coche, mientras otra testigo indicó que vio al presunto asesino ir hacia la fuente de Santa Ana sobre las 16,30 horas y que quince minutos más tarde le vio pasar por la carretera comarcal a la altura del domicilio de Eva señalando que «posiblemente se introdujo, pero no lo puedo determinar con exactitud».
Otro tercer testigo, lñe indicó a la Guardia Civil, en su testimonio que sobre las 17,30 horas escuchó a una mujer gritar «¡¡socorro, socorro, mi hija!!» y que estos gritos venían de una casa situada a unos 150 metros de donde el se encontraba, pero como no vio a nadie continuo su camino.
Sobre las 18,00 horas, uno de loas agentes de la Guardia Civil que acudieron anteriormente a la casa para echar a Reñones, llamó a Eva, para preguntarle como estaba, pero no contestó ni devolvió la llamada. En la declaración de la cuidadora del bebe, Estela, indica en su declaración que Eva recogió a la niña sobre las 17,15 horas. pero posteriormente ya no le contestó a los mensajes, señalando que su última coexión la había visto la madrugada del 16 al 17 de diciembre a las 4,41 horas de la mañana.
Lo siguientes hechos son los relatados por la madre de Eva Jaular, Nieves, quién se preocupa cuando por la mañana Eva no trae a la niña para irse a trabajar y viendo que no contesta al teléfono acude al domicilio de esta en Liaño, donde comprueba qu el coche está aparcado fuera y que la casa esta «detrozada» por dentro pero en ningún momento ve el cadaver de Eva y su bebe que como se sabe posteriormente son encontradas en el patio anexo a la casa por los agentes de la Guardia Civil tapados con una lona.