Enfado, cabreo, indignación…probablemente son las palabras que definen ahora mismo el estado de ánimo de los vecinos del barrio La Inmobiliaria de Torrelavega que han sido confinados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria, que no entiende que por 70 personas tengan que pasar de nuevo por lo vivido durante el Estado de Alarma decretado por el Gobierno central.
Sanidad daba la alarma el pasado día 10 al detectar un brote de COVID-19 en el barrio La Inmobiliaria de la capital del Besaya que a medida que iban pasando las horas incrementaba de forma preocupante. Finalmente se detectó el origen que provenía de la celebración de un bautizo y Sanidad junto con el Ayuntamiento de Torrelavega empezaron a estudiar la posibilidad de confinar el barrio o algunas calles del mismo, las más afectadas por el brote, para detener la rápida propagación que estaba teniendo.
La decisión llegaba en la jornada del viernes, cuando conjuntamente Sanidad y Ayuntamiento, tomaban la decisión de confinar parcialmente el barrio, en una decisión que afecta a unos 6.500 vecinos que verán restringidos sus movimientos y vida cotidiana diaria.
Durante la jornada del viernes, tanto la Policía Nacional como los Locales, tuvieron que ir recorriendo las calles afectadas por el confinamientos, instando a cerrar a aquellos locales que todavía no lo habían hecho, bien por desconocimiento o porque no entendían el por qué de su confinamiento que afecta seriamente a su economía, como los bares o tiendas de la zona.
En el barrio La Inmobiliara se palpaba la tensión en el ambiente, ante el requerimiento de los agentes, con ciudadanos que se oponían a estar confinados de nuevo tras los vivido durante el Estado de Alarma y que ahora ser verán otros 14 días en esta situación.
Hay que recordar que el barrio La Inmobiliara de Torrelavega, es que que más inmigrantes alberga de los distintos barrios de Torrelavega y muchos necesitan salir a diario a trabajar para poder sobrevivir.