Miguel Rodríguez, consejero de sanidad de Cantabria, considera necesario el cierre perimetral durante el periodo de Semana Santa y ve inviable ampliar el toque de queda, hasta el final de la última prórroga aprobada hace unos días.
Durante su intervención, Rodríguez ha transmitido que es fundamental no relajarse en estos momentos, y advierte que «es posible que muchas comunidades adopten la misma postura que Cantabria». Sobre la posibilidad de la creación de un consenso común para la apertura o no de las fronteras entre todas las comunidades, el consejero cree que «es algo complicado ya que los posturas son muy diversas».
En relación a la hostelería, se ha mostrado confiado y deseoso de que la flexibilidad de las medidas, no traiga consecuencias negativas, lo que significaría que la situación continuaría estabilizándose. Pese a ello, mantiene que «a corto plazo» aunque los números acompañen, no se flexibilizarán más las medidas. Respondiendo así a la petición de muchos hosteleros, los cuales solicitaban la ampliación del toque de queda hasta las 23.00 para poder así aprovechar las cenas, como balón de oxígeno ante la precaria situación que atraviesan hasta el momento.
Por último, en cuanto a las vacunas, Miguel Rodríguez piensa que «todavía no es necesario el establecimiento de grandes recintos para la vacunación masiva» ya que no hay un gran número de dosis disponibles. Estima que durante el segundo trimestre puede que cobren más importancia, pero que actualmente no se lo plantean.