El Racing ha decidido hacer suyo los Campos de Sport del Sardinero a pesar de ser de propiedad municipal y al igual que hiciera Santiago Díaz en su momento, ha presentado este martes un mega proyecto para reformarlo que incluye un centro de ocio, un aparcamiento subterráneo e incluso un hotel, que incluiría la incorporación de 4.000 nuevos asientos por un valor de 68 millones de euros.
El acto llevado a cabo en el Centro Botín, curiosamente, contó la presencia del presidente y copropietario del club, Manolo Higuera, el presidente de su Fundación y también copropietario, Sebastián Ceria, así como el arquitecto de la consultora IDOM César Azcárate,
Una presentación del proyecto en el que en principio habían anunciado su presencia tanto los consejeros de Fomento, Roberto Media, y de Deporte, Luis Martínez Abad, que finalmente no han audio al igual q la alcaldesa de Santander, Gema Igual, lo que puede suponer un rechazo inicial a esta propuesta de Manolo Higuera y Ceria.
El proyecto presentado por Higuera y Ceria pretende ampliar las gradas Este y Oeste de los Campos de Sport del Sardinero con el fin de alcanzar un aforo de 27.000 espectadores, que se ampliaría por el lado de la Segunda Playa de El Sardinero y del Parque de Las Llamas.
La remodelación conllevaría que el principal aparcamiento ubicado en la zona Este sería soterrado construyéndose en la superficie «la mayor plaza pública de Santander», con una cierta inclinación creándose una estructura de terrazas ascendentes hacia la fachada del estadio, que, en su interior albergarían zonas comerciales que incluso podría construirse un hotel.
En la zona de la grada oeste, el Racing pretende nuevas oficinas, zonas deportivas, de prensa y espacios de ‘hospitality’, con el fin de aumentar el porcentaje de este tipo de entradas, que hoy en día suponen un 2 por ciento del total, para alcanzar más del 5% con la reforma y convertir El Sardinero en ‘Un Estadio entre el Mar y la Montaña’, según Ceria.
Con este proyecto, queda claro que el Racing, de la mano de Manolo Higuera y el argentino Sebastián Ceria quieren apropiarse de facto de unas instalaciones que pertenecen al Ayuntamiento de Santander, en lugar de construirse un propio campo donde pueden llevar a cabo el objetivo que pretenden.



















