La decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), de avalar las medidas contra la hostelería decretadas por el Gobierno de Cantabria están terminando de dar la puntilla aun sector que está siendo el gran pagano de decisiones de los gobernantes por la pandemia.
El pasado lunes se prolongaba otros 14 días el cierre del interior de la los establecimientos de hostelería, sin que ningún informe avale que estos locales son responsables de los contagios como quieren hacer ver desde la consejería que dirige el socialista Miguel Rodríguez.
Reciente resoluciones judiciales, como la del TSJPV, podían hacer prever que los jueces pusieran un poco de cordura en estas decisiones de ámbito político, pero seguramente por el miedo a las críticas y la presión mediática que el día anterior hizo el Presidente regional Miguel Ángel Revilla, para que resolvieran a su favor, hizo que no dieran el paso al frente desde la justicia y dejaran las cosas como estaban.
Esto ha dado argumentos a los políticos para reafirmarse en su decisiones y justificar medidas que en la mayoría de las comunidades autónomas no han adoptado, como es la de impedir que se pueda consumir dentro de los locales de hostería, que en Cantabria por la climatología todavía tiene mayor relevancia para los negocios.
Además. mantener el cierre perimetral hasta el 17 marzo, una semana antes de iniciarse las vacaciones de Semana Santa, hace que los posibles turistas de otras regiones, se retraigan a la hora de realizar reservas para venirse a Cantabria, por lo que la campaña se puede dar por perdida seguramente.
Pero estas circunstancias no parece que Ejecutivo cántabro le tenga muy preocupado viendo sobre todo como está sufriendo no sólo el sector de la hostería, sino todos los sectores que colaterálmente viven de este sector como la distribución de bebidas, alimentación, pescaderías, carnicerías o incluso las empresas que viven de la publicidad que estos negocios hacen habitualmente que se han resentido considerablemente.