Han pasado 48 horas desde que el presunto asesino de Eva Jaular y su bebe de 11 meses, se encuentra en dependencias de la Guardia Civil sin que haya reconocido los hechos ni que haya aparecido el arma homicida que todavía se sigue buscando por parte de los agentes encargados de investigar los hechos.
El presunto culpable, José Reñones, se mantiene firme en su declaración, y no reconoce los hecho a pesar de que todos los indicios conducen a el, pero falta encontrar el arma con que presuntamente llevo a cabo la muerte de la madre y el bebe.
El presunto autor de los asesinatos, en ningún momento se ha negado a declarar, según informan fuentes policiales, pero en todo momento se declara inocente e incluso llega a cargar contra los familiares de las victimas.
Durante uno delos interrogatorios, el presunto autor de los hechos sufrió un ataque de azúcar y tuvo que ser suspendido para que intervinieran los servicios sanitarios.
La Guardia Civil, dispone de 72 horas antes de llevarle ante el Juez, para intentar recabar pruebas consistentes que demuestren que fue el autor de la muerte de Eva y su bebe.
SE ALTO DOS VECES LA ORDEN DE ALEJAMIENTO
El presunto asesino de una mujer de 40 años y la hija de ambos de once meses en Liaño de Villaescusa quebrantó hasta en dos ocasiones la orden de alejamiento contra su expareja el día del asesinato, el pasado jueves.
Así lo han señalado la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones quie ha indicado que con motivo de los incumplimientos de esta orden de alejamiento, en los que la Guardia Civil se personó para sacar al hombre de la vivienda, se abrió una información reservada para «esclarecer» los hechos y averiguar si el procedimiento ha sido «el adecuado» y los protocolos se han seguido «correctamente».
En cuanto al arma blanca con la que supuestamente se cometió el asesinato, Quiñones y Fernández han apuntado que por el momento «no se ha encontrado nada» y «parece ser que se está buscando el cuchillo».
Revilla ha manifestado que «la Guardia Civil es muy eficaz, pero si en una tarde había ido dos veces y tenía una orden de alejamiento tampoco hubiera estado de más haberle llevado al cuartelillo o haberlo comunicado al juez».
«Veremos lo que ha fallado, pero sí es cierto que durante el jueves fue dos veces al domicilio teniendo la orden de alejamiento y no basta que haya dicho que no vuelvo», ha dicho el presidente cántabro, para quien «la persona que violenta una orden de alejamiento está cometiendo un delito y, por lo tanto, debiera ser objeto de una retención y comunicación a la autoridad judicial».