El Gobierno de Cantabria ha tomado una medida importante: pide que una comisión del ejecutivo sea recibida en la fábrica de Beasain (Guipúzcoa) para inspeccionar, in situ, el avance de la construcción de los nuevos trenes de cercanías que sustituirán a los que, una vez autorizada su fabricación, se descubrió que no sabían por los túneles.
La noticia de esta petición se hizo pública el 15 de mayo y una semana después no ha habido ninguna noticia sobre la fecha para esa visita.
La petición del gobierno regional es plenamente acertada y debería facilitarse una fecha de forma inmediata. Ya en su día se comprometió el ejecutivo cántabro a mantener inspecciones regulares para comprobar, en fábrica, los avances en unos trenes que ya deberían estar entregados, pero que por una negligencia de los técnicos se ha retrasado muchas semanas.
El gobierno de Buruaga debería fijar un calendario de visitas a la factoría de Beasain e informar a todos los cántabros de la marcha de la fabricación de los nuevos trenes.
El planteamiento es transparente: Si el calendario de fabricación de las nuevas locomotoras y vagones avanza según lo previsto no debería haber ningún obstáculo para estas inspecciones y, si no avanza al ritmo anunciado deberíamos saberlo y también conocer las causas de la demora.
Es imprescindible que en la comisión que acuda a la factoría guipuzcoana se integren ingenieros expertos de la fabricación de tremes para tener una visión imparcial de los avances en el proceso de construcción de esos nuevos trenes.