No se puede gestionar peor la Sanidad en Cantabria a tenor de lo que estamos viendo estos días y que se viene arrastrando desde el inicio de la pandemia, donde siempre se ha ido a remolque de lo que hacían otras comunidades y no se ha evolucionado en nada para que la Atención Primaria no está saturada y de el deficiente servicio que está ofreciendo.
Poner al frente de la Consejería de Sanidad, al socialista Miguel Rodríguez, se comprobado que ha sido la peor decisión, pero no sólo eso, si no que además, no se ha querido o no se podido rectificar por parte del Presidente regional, Miguel Ángel Revilla, que con decir que en pandemia manda Sanidad, lo tenía todo solventado.
Y es que a Revilla, le está pasando lo que a Pedro Sánchez, con el ministro de Consumo, Alberto Garzón, que esa parcela no la controla ya que son áreas de su socio de Gobierno, en este caso del PSOE de Zuloaga, y ahí Revilla no tiene potestad para poder cesarlo, que era lo que tenía que haber hecho hace tiempo.
Las quejas por el pésimo servicio que se ofrece desde la Sanidad cántabra, son cada vez más numerosas, sobre todo en la Atención Primaria, donde los médicos ya no atienden como antes a los pacientes y ahora además es un administrativo el que decide si puede o no tener una cita con el médico presencial.
Sin saber muy bien por qué, con la pandemia se ha cortado el vínculo que había presencial entre el médico y el paciente, y ahora primero hay que pasar el filtro telefónico para poder quedar con tu médico y que persona pueda valorar lo que te pasa, eso sí, si primero se consigue que te cojan el teléfono.
Este es otro de los puntos que más indigna a los ciudadanos cuando quieren pedir cita a su medico, el de poder contactar telefónicamente para que el den hora porque o está comunicando o bien no le coge nadie ante la desesperación de quien hace la llamada.
En lugar de avanzar con la situación sanitaria, lo que se ha hecho es ir a peor, retroceder en todo lo ganado y que las quejas de los ciudadanos cada vez sean mayores.
URGENCIAS
Todas estas circunstancias con la pésima Atención Primaria, ha llevado a que los ciudadanos acudan cada vez más a Urgencias, principalmente en Valdecilla, para de esta manera poder ser atendidos de forma presencial.
Cierto es que muchos acuden con enfermedades leves, que no tiene mucho sentido que se vaya a Urgencias para ello, pero también es cierto que es a lo que la Sanidad en Cantabria termina empujándoles, si quieren que alguien valore lo que tiene.
Esto esta propiciando esa mayor carga de trabajo en las urgencias, que provoca que haya que estar esperando la mayoría de las veces horas interminables que terminan desesperando al ciudadano que no entiende que para una gripe tenga que espera tres, cuatro y hasta cinco horas para ser atendido, sin que sea responsabilidad del personal de urgencias, que lógicamente priorizan en función de la gravedad del paciente.
El hecho más reciente y que no es justificable, es el ocurrido este pasado 7 de enero cuando se revelaron un grupo de pacientes que habían acudido por posible contagio de Covid, que ante las largas horas de esperaba que llevaban para el diagnóstico, protestaron de forma exaltada, llegando a acudir incluso la Policía Nacional.
MIGUEL RODRIGUEZ
Todo esto tiene un principal culpable, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, que en este tiempo que llevamos de legislatura, ha demostrado con creces no estar capacitado para estar al frente de una consejería de este calado, del que dependen la vida de las personas.
Lo más evidente es la pésima gestión de la pandemia que hemos tenido en Cantabria, donde para nada se ha evolucionado en la forma de tratar esta situación y desde la consejería que dirige Rodríguez, se aplican las mismas medidas y restricciones que en el principio de la misma, siendo circunstancias distintas y dónde ya se tiene más conocimientos de cómo actual el virus, al margen de estar el 94% de la población vacunada.
Un Consejero, al que da la sensación le gusta imponer restricciones, aunque la ley no le autorice a ello como el reconoció el propio Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC), en un auto fechado el 15 de diciembre, si bien en su propia contradicción, le ha autorizado de forma incompresible cerrar el ocio nocturno impidiendo a los empresarios de la hostelería a ejercer su derecho al trabajo.
CENTROS DE SALUD
La previsión y tener un plan por si de nuevo se repetían situaciones como la actual, no han sido previstas por el consejero de Sanidad, y en lugar de estar preparados con un servicio de Atención Primaria reforzado y adecuado, lo único que se les ocurre es decir que debido a la «elevada carga de trabajo» que están soportando priorizarán temporalmente la atención urgente y no demorable en las agendas de médicos y pediatras, volviendo a privar a los ciudadanos de un servicio de medicina adecuado no sólo para casos de covid.
Una falta de previsión total y de no tener un plan adecuado a estas circunstancias donde se compagine la medicina general con los casos de covid, como hacen en comunidades como Madrid que está siendo un ejemplo de cómo se debe gestionar la Sanidad en todos los sentidos.