El desconcierto de la Consejería de Sanidad cada vez se hace más palpable ante la pésima gestión que está llevando a cabo su consejero, Miguel Rodríguez (PSOE), en especial con el gremio de hostelería al que por alguna razón somete a un castigo continuo tanto con los horarios como con la utilización del interior de los locales, que finalmente será a partir de esta media noche del viernes.
En este caso, el desconcierto que ha generado la Sanidad cántabra ha llevado ayer al vicepresidente del Gobierno cántabro, Pablo Zuloaga, a decir que todavía no saben como va a afrontar el asunto de los horarios de la hostelería y el ocio nocturno que se fijó la semana pasada a la 1.00 y a las 2.00 horas de la madrugada, respectivamente, en base a la orden del Ministerio de Sanidad acordada en el Consejo Internacional del Sistema Nacional de Salud (CISNS).
En principio se supone que la Consejería de Sanidad modificará esta limitación tras el nuevo acuerdo del Consejo Interterritorial del pasado miércoles, en el que las medidas aprobadas han dejado de ser de obligado cumplimiento por todas las comunidades para pasar a ser simplemente meras recomendaciones.
Zuloaga, señalaba este jueves que los técnicos jurídicos de la Consejería están estudiando si para dejar sin efecto el horario de cierre del sector hostelero es necesario que el Gobierno regional publique en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) una nueva resolución que así lo especifique o si la medida queda directamente quedar sin efecto la orden dictada la semana pasada por tras el Consejo Interterritorial.
Zuloaga ha señalado que los servicios jurídicos están trabajando «a pleno rendimiento» y que se espera que «en las próximas horas o a lo largo del día de hoy» se pueda anunciar si se publicará una nueva resolución en el BOC o si no es necesario que esa restricción ya no está en vigor tras quedar sin efecto la resolución del Consejo Interterritorial.
Si no hubiera publicación oficial en el BOC, el Vicepresidente dijo que se dará a conocer a través de los medios de comunicación para que los hosteleros «sepan en que momento pueden volver a recuperar sus horarios», mientras que por el momento se mantiene el horario límite de cierre, hasta que oficialmente quede suspendida la cita orden.
La idea del Ejecutivo cántabro es retirar el horario límite de apertura en estos establecimientos y que queden regulados únicamente por las medidas de aforo que marca el semáforo COVID semanal en función del nivel de alerta sanitaria de cada municipio.
Para Zuloaga, esta medida «sigue siendo útil en la paralización del avance de la enfermedad». y que su supresión será decisión de los técnicos de la Dirección General de Salud Pública, pero a su entender «está sirviendo para mantener una incidencia a la baja permanente».